Amigos
De izqda a drcha:
Agustín Gutiérrez Ruiz (1938), Eusebio Gutiérrez Pascua (1936), Francisco Javier Gutiérrez Pascua (1946), Juan Manuel Cayuso Azcona (1945) y Ramón Gutiérrez Ruiz (1942).
Esto es un blog dedicado a aquellas personas que han vivido en el pueblo de Oreña y alrededores
De izqda a drcha:
Agustín Gutiérrez Ruiz (1938), Eusebio Gutiérrez Pascua (1936), Francisco Javier Gutiérrez Pascua (1946), Juan Manuel Cayuso Azcona (1945) y Ramón Gutiérrez Ruiz (1942).
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Son las ocho menos cuarto de la tarde. El 89-06-00 ha sonado
en la central telefónica de Santillana del Mar y la señorita empleada pasa
comunicación con la persona que deseamos hablar. Poco después el reportero ha escuchado
la agradable voz de una extraordinaria mujer que accede gustosa a una
entrevista para los lectores de nuestro periódico.
Pero sabe Blanca Iturralde, ojos dulces, pelo claro, corazón
abierto a la buena voluntad, marquesa de Torralba y alcaldesa de la histórica
villa montañesa que para llevar a cabo este propósito es necesario dialogar
personalmente por lo que acudimos a su despacho en el Ayuntamiento. Blanca se
encuentra ahora escribiendo unas cartas y fumando un cigarrillo. Nos ofrece uno
y, muy amablemente, nos dice:
-A veces no tengo horario para mi trabajo oficial. Depende
de los asuntos urgentes. Perdonen por el estado del edificio: estamos en obra …
-¿Cuánto tiempo lleva al frente de este Municipio?
-Desde el 7 de febrero de 1972.
-¿Contenta?
-Sí, estoy contenta, ya que encuentro aliento y apoyo en la
Corporación y en los consejeros locales del Movimiento.
-¿Le cuesta ser alcaldesa?
-Todo lo que vale la pena cuesta un esfuerzo y grande. Yo lo
hago con alegría y las cosas así cuestan menos.
-¿En qué piensa cuando trabaja?
-En realidad, pienso en lo que estoy haciendo y procuro
concentrarme. Pienso en los demás.
-¿Qué significa para usted Santillana del Mar?
-¡Qué difícil pregunta!
¿Qué significa para mí Santillana del Mar? –y Blanca baja la
cabeza y piensa. Luego continúa:
Significa muchas cosas, por ejemplo, una raíz, un conjunto
de recuerdos, porque, en el fondo, Santillana es para mí: recuerdos de mis
recuerdos. Su gente, a la que quiero…
-¿Qué se ha logrado bajo mandato?
-De momento, el fallo en Primera Instancia a favor de
Santillana del pleito sobre la propiedad de las Cuevas de Altamira. Se está en
vías de negociación de una posible transacción con el Ministerio de Educación y
Ciencia, a través del director de Bellas Artes, don Joaquín Pérez Villanueva.
Se han logrado unas obras bastante importantes en la Colegiata: su claustro, la
capilla de los Barreda, así como la restauración de algunas fachadas. Esta
restauración se ha hecho por orden ministerial y el criterio de Bellas Artes ha
sido el ir poco a poco arreglando las fachadas más deterioradas. También se ha
reparado la carretera de la entrada a Mijares; se ha conseguido de Planes
Provinciales una subvención para la carretera de acceso a los barrios de
Camplengo y Yuso. Se ha logrado igualmente una subvención para una obra
bastante importante de la entrada e interior del Ayuntamiento. Se obtuvo el
mobiliario del grupo escolar. Y, por último, otro logro importante de Bellas
Artes la compra de un terreno a la entrada de Santillana, por la carretera de
Puente San Miguel, para un futuro aparcamiento.
-¿Lo qué más le ha alegrado?
-Sí, tal vez la esperanza que tenemos de poder llegar a un
acuerdo con el Gobierno para una transacción que nos permita conseguir un
porcentaje interesante de los ingresos que proporcionan las entradas de las
Cuevas de Altamira.
-¿Qué piensa lograr en un futuro próximo?
-Bueno, se está tramitando con enorme esfuerzo y bastantes
esperanzas la traída de aguas de Queveda, Viveda, Mijares, Camplengo y Yuso,
así como también reforzar el caudal en Santillana, Vispieres y Herrán. Todo
ello con vistas, además, al futuro. Por otra parte, se intenta hacer la casa y
consulta del médico.
-¿Presupuesto?
-Para este año 74 tenemos presupuestado algo más de tres
millones de pesetas. No hay que olvidar que el Ayuntamiento de Santillana tiene
veintisiete kilómetros cuadrados.
-¿Cómo es Blanca Iturralde?
-Intento ser cumplidora de mi deber. En el fondo creo que
soy comprensiva. Trato de estar siempre disponible cuando alguien me necesita y
procuro ser animosa.
-¿A qué dedica los ratos libres?
-A organizar la exposición de Arte actual que vengo montando
desde hace cuatro años –éste es el quinto- en mi Torre de Merino. Luego leo;
leo mucho, en estos momentos estoy leyendo “El Quijote”. Me encantan las
novelas inglesas de crítica social.
-¿Dígame un color?
-El rosa, dicen que es el color de la alegría.
-¿Un pueblo de España?
-Si no fuera de Santillana, diría que Santillana del Mar,
después Covarrubias, Santa Gadea del Cid. Con sinceridad, me enamoran los
pueblos escondidos que hay que descubrir.
-Es usted marquesa y alcaldesa ¿por cuál de éstos dos
títulos se inclina?
-Alcaldesa, porque esto lo trabajo. Lo de marquesa es como
un adorno.
-Y una última pregunta ¿su mayor preocupación en la actualidad?
-Aparte de la enorme dificultad que supone conservar
Santillana del Mar, pienso mucho en los barrios, las juntas vecinales y la
infraestructura en general. Yo quisiera conseguir –por ahora muy difícil, por
no existir fondos- una casa de Cultura donde los jóvenes pudieran reunirse. Y
lo anhelo de todo corazón es que la gente de Santillana, sensibilizada por la
belleza de este pueblo, se de cuenta de que la necesito. Necesito, sí, la
colaboración de todos los vecinos, para que esta villa siga siendo lo que en
realidad es: un milagro en pleno siglo XX.
Terminamos ya. Cuando nos despedimos de Blanca Iturralde,
llueve en Santillana del Mar, el pavimento está resbaladizo.
José Manuel SILES
(Publicado en El Diario Montañés 16.04.1974)
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A su llegada a Santiago, |
Dos jubilados jerezanos hacen el Camino de Santiago en
bicicleta, nueve días, nueve etapas y un total de 1193 kilómetros de trayecto
Arantxa Cala
Las ganas de cumplir un sueño han podido más que la ---
Jacinto Gutiérrez, 68 años, y Ramón Gutiérrez, de 66, se marcaron una meta:
hacer el Camino de Santiago en bicicleta. Iniciativa surgida, entre cuatro o
cinco amigos, grupo que al final se redujo a dos.
La preparación para poder llevar a cabo este proyecto no fue
fácil. Con un mes de antelación a la salida, prevista para el 24 de mayo,
Jacinto y Ramón comenzaron los entrenamientos para cubrir el proyecto planeado,
que constaba de nueve etapas, 1.193 kilómetros, a una media de 123 al día. El
plan de entrenamiento era en principio salir una vez a la semana en la que
hacían 70 kilómetros. Salidas que fueron aumentando hasta hacerse diarias.
“Cuando considerábamos que ya hacíamos los 100 kilómetros diarios sin cansarnos
demasiado, llegando bien al destino y sobre todo, estar bien al día siguiente,
es cuando supimos que era el momento”, dice Ramón.
El trayecto no fue por las carreteras generales, sino por la
Ruta de la Plata y de ahí al Camino de Santiago, del que Jacinto recuerda la
dureza de sus puertos. Especialmente en Roncesvalles y, “es que había zonas de
20 kilómetros de subida, con unas inclinaciones muy potentes, de 18% ó 20%,
daban miedo”.
Desde las ocho de la mañana hasta las seis de la tarde, el
pedaleo era continuo. Tan solo algunas paradas para comer y deleitarse con el
paisaje. A las seis de la tarde, la recompensa, llegada al hostal, ducha y
paseo. Al día siguiente una nueva aventura.
“Siempre nos ha gustado mucho la bicicleta y nunca hemos
tenido tiempo de disfrutarla. La afición a la práctica de verdad ha sido con la
jubilación. La experiencia ha sido muy bonita, porque una cosa es pensarla y
otra es hacerla”, dice Ramón, que cuenta como anécdota que se perdieron el uno
del otro dos veces y se quedaron sin cobertura en el móvil por lo que la
situación se hizo, si cabe más esperpéntica. “Ïbamos a ritmos diferentes y
entonces uno tuvo que retroceder para encontrar al otro. Pero estas cosas no
las tomábamos con humor. A pesar de todo, cada día nos encontrábamos mejor. De
caídas nada, sólo un pinchazo. Y de achaques, cero”.
Jacinto y Ramón se sienten únicos por haber hecho realidad
esta aventura, “durante todo el camino no vimos a nadie de nuestra edad en
bici. Sí los veíamos andando. En bicicleta éramos los mayores, con seguridad”.
Es la primera vez que Jacinto y Ramón hacen el Camino de
Santiago y reconocen que es una hazaña “que no es fácil de repetir. Aunque ya
tenemos en proyecto ir a otro sitio, Covadonga. Quizá en septiembre, pero
estamos buscando patrocinadores (bromean)”.
Los dos aventureros se ríen recordando los kilómetros
hechos, a la vez que “compiten” por ver quien roncaba menos. “La verdad es que
ha ido todo genial. Hemos comido y dormido muy bien. La gente ha sido bastante
agradable. Hemos tenido suerte y nos adaptamos a lo que había”.
La llegada a “meta” (Santiago) fue el 1 de junio. “Ese fue nuestro premio, darle el abrazo a Santiago”, dicen. La vuelta, en autocar hasta Sevilla. Y luego, para no perder la costumbre, en bici hasta Jerez.
(Copiado del Diario de Jerez)