viernes, 9 de diciembre de 2022

Santillana del Mar, 5 de junio 1970

 


“El General De Gaulle llegó a las ocho de la tarde

“BON SOIR” Santillana

. Así saludó a las personas que le esperaban abriendo él mismo la portezuela del coche
. El Expresidente Francés y su esposa pernoctaron en el Parador “Gil Blas”
. Viajan como turistas, sin protocolo, y con el deseo de conocer la España entrañable, de la que siempre les han hablado

(Del enviado especial de la Agencia “Cifra”, César de La Lama).

“Bon Soir”. Con este saludo y una sonrisa en sus labios, el señor De Gaulle pisó tierra española al descender de su coche, un “Citroen”, tiburón, negro, matrícula 1401-VP-75, a las ocho y veinte de esta tarde, frente a la entrada del Parador Nacional “Gil Blas”.

El general abre personalmente la portezuela de su automóvil. Su erguida figura aparece doblada en su interior. Su traje, gris oscuro cruzado y con amplias solapas, está arrugado. El ex Presidente francés hace su habitual saludo mano en alto. Después, se incorpora, dando la vuelta, hasta reunirse con su esposa, mientras los turistas extranjeros, los vecinos del pueblecito montañés y algunos curiosos de paso aplaudían, al viejo general, bajo una tenue lluvia. Los fotógrafos, enviados especiales y cámaras de televisión recogen la imagen sencilla y familiar de la que es protagonista este matrimonio francés que tantos honores tiene. Madame De Gaulle besa a una niña rubia que le entrega un ramo de rosas a la puerta del parador.

El general, tras su esposa, estrecha la mano de cuantos estábamos allí, y sube a pie las escaleras hasta la planta del edificio para ocupar la habitación número 18, junto con su esposa. El director del parador entrega al general un montón de periódicos españoles y franceses por si desea hojearlos en su breve descanso antes de cenar. En la habitación hay flores, un buró con abundantes papeles, dos lámparas de pie y muebles de sobrio estilo montañés en torno a una chimenea.

La insigne figura, la pronunciada faz del general sobresalen del resto de la comitiva cuando se dirige a sus habitaciones. Hay una gran paz presentida por un ligero olor a hierba mojada, a pastos verdes. El hombre de Francia, el hombre solitario a quien el pueblo francés fió muchos más poderes que a ningún otro gobernante, el hombre que conquistó la llamada “Grandeur de la France”, inicia así su descanso en nuestro país de forma sencilla, cotidiana, austera y recoleta, porque el general nunca ha sido exigente para sus bienes materiales, para su utilización personal. Solamente ha exigido mucho cuando se ha tratado de defender a Francia. Ahora el general ha renunciado a casi todos los derechos que tienen los ex Presidentes de Francia, que podían beneficiarle personalmente.

En Santillana del Mar creo que el autor de “Al filo de la espada” no podrá evitar una síntesis pacífica de su honorable historia personal, de forma semejante a como lo ha hecho junto a la chimenea de la villa La Boisseire, o en los bosques melancólicos de la región de Champagne, cuando escribió sus memorias.

Monsieur De Gaulle leerá sus periódicos, fumará su característica pipa, verá la televisión, pensará en su querida Francia, aquí, en España. Pero aún es pronto para preguntarle algo al respecto a todo esto, cuando sus melancólicos y cansados ojos aún conservan en su retina las imágenes de Colombey.

Mañana, el ex Presidente tendrá una dura jornada. Puede que asistan, a primera hora, a una misa en la Colegiata. Después visitará las Cuevas de Altamira y emprenderá viaje hacia Galicia, pasando antes por Covadonga.

Los señores De Gaulle, como diríamos en España, viajan como turistas normales, sin escolta, sin protocolo y con el deseo de conocer la España entrañable de la que siempre les han hablado.

(1ª página Diario Montañes 05.06.1970)

El General De Gaulle llegó a las ocho de la tarde

“BON SOIR”, SANTILLANA

. ASI SALUDÓ A LAS PERSONAS QUE LE ESPERABAN ABRIENDO EL MISMO LA PORTEZUELA DEL COCHE


. EL EX PRESIDENTE FRANCÉS Y SU ESPOSA PERNOCTARON EN EL PARADOR “GIL BLAS"


. VIAJAN COMO TURISTAS, SIN PROTOCOLO, Y CON EL DESEO DE CONOCER LA ESPAÑA ENTRAÑABLE, DE LA QUE SIEMPRE LES HAN HABLADO

El General De Gaulle se encamina a la habitación del Parador Gil Blas acompañado por su director

Pocos minutos después de las ocho de la tarde llegó al Parador Nacional “Gil Blas”, de Santillana del Mar, el General Charles De Gaulle, expresidente de la República Francesa, acompañado de su esposa Madame Yvonne Vendroux de De Gaulle. Ambos viajaban en un imponente “Citroen D.S. 21”, tiburón, en su parte posterior, mientras que en la delantera lo hacía su ayudante de campo, el coronel Desgree Dulou, y el chófer, como es lógico.

En un segundo automóvil, de idéntica marca y características al del ex Presidente, llegaban otros dos chóferes transportando en los asientos de atrás gran cantidad de equipaje, que parece indicar que el viaje que ha emprendido el general francés con su esposa tendrá una larga duración.

A su llegada a la puerta principal del parador, De Gaulle se apeó del coche por la puerta opuesta a aquélla, saliendo del vehículo con el brazo en alto, correspondiendo a los saludos de los vecinos de la villa, que se habían congregado en aquel lugar para mostrar su simpatía por este militar galo que ha ocupado nada menos que treinta años de la historia de Francia, habiendo tomado en dos ocasiones el timón cuando las cosas en su país no rodaban nada bien. También se encontraban gran número de compatriotas suyos, turistas en Santillana del Mar, que no quisieron perderse la ocasión de saludar al general.

Una niña obsequia a la esposa del general De Gaulle con un ramo de flores


A la entrada del parador, una niña de nacionalidad francesa hizo entrega a madame De Gaulle de un ramo de rosas rojas y amarillas, y, seguidamente, ascendieron a la segunda planta, que es donde se encuentra la habitación número 18, que ocuparon durante su estancia en Santander el matrimonio, y que es la preferente del ala sureste del edificio, donde hay otras seis más que, asimismo, fueron reservadas para su servicio y que dan al patio-jardín interior, por lo que la tranquilidad que en aquel lugar se respira es total.

El viaje desde la frontera española hasta la provincia de Santander ha sido relativamente lento, y ello debido a que el matrimonio De Gaulle deseaba admirar el paisaje español de la costa. La entrada en la provincia de Santander, lo hizo minutos antes de las seis de la tarde, rodando tanto el vehículo ocupado por el ex Presidente y su esposa, como el del séquito que le precedía, a una media alrededor de los cien en los lugares que lo permitía el terreno.

.EN SOLARES

Al llegar a Solares, la comitiva estuvo a punto de tomar la dirección de la capital, pero se cambió y se siguió a Vargas, desde donde entraron en Torrelavega, cuya ciudad atravesaron para seguir a Santillana del Mar.

Estaba previsto que, en la tarde de ayer De Gaulle y su esposa visitaran las Cuevas de Altamira, sobre lo cual mostraron grandes deseos, pero la hora de llegada no lo hizo posible y este deseo lo dejaron para hoy, así como girar una visita a la Colegiata de Santillana. Sus rostros, aunque sonrientes, denotaban cansancio, y, por ello, decidieron retirarse a descansar.

Tanto De Gaulle como su esposa, Yvonne, inseparable compañera en todos los viajes que realizó el ilustre militar galo, que, como ya decimos, se retiraron inmediatamente a descansar, mostraron su complacencia por la habitación que ha sido destinada,  la cual está dotada de muebles de estilo montañés y que además, en esta ocasión estaba adornada con cintas tricolores de la enseña francesa.

.DE GAULLE SIGUE INTERESANDO

De Gaulle, hoy retirado de la política activa, sigue siendo una gran personalidad, y allí donde va es noticia. Durante su viaje a Irlanda, la primera vez que viajó después de dejar la presidencia de la República, cientos de periodistas le siguieron. Hoy la escena se ha repetido ante la puerta del parador “Gil Blas” De Gaulle sigue acaparando la atención de todos los medios informativos.

En Santillana del Mar se congregaron, en la tarde de ayer, gran cantidad de reporteros gráficos y literarios. Los primeros, con el deseo de captar con sus cámaras la inconfundible figura de este gigante de casi dos metros, gran figura de la historia de Europa, y los segundos para informar de cada uno de sus pasos.

Ayer hemos podido ver a De Gaulle sin su traje de militar. Llevaba un sencillo traje cruzado verdoso y corbata con lunares blancos, y, madame Yvonne un vestido verdeazulado y, sobre él, un abrigo gris, tocándose con un turbante azul.

El ex Presidente, su esposa y séquito, tras visitar las Cuevas de Altamira y Santillana, seguirán hoy con dirección a Asturias, en cuya provincia se detendrán para visitar el santuario de Covadonga y, ya en las primeras horas de la tarde, llegarán al parador de Cambados.

.TODO SECRETO

A algunos de los miembros del séquito les preguntamos cual es el programa de De Gaulle  para su estancia en España. Todo es secreto.

-Nosotros no conocemos lo que el general piensa hacer. Sobre la marcha nos lo dice. Nosotros no sabemos nada.

No hubo manera de conocer su programa desde Cambados. Habrá que esperar a que De Gaulle lo realice.

José Manuel GIMENO

 

EN LA HISTORIA

CHARLES André J. Marie de Gaulle nació en Lille el 22 de noviembre de 1890. Educado en la Academia Militar de Saint Cyr y antes en los Jesuitas, la primera parte de su vida la dedicó apasionadamente a la carrera de las armas. Tras servir en la primera guerra mundial con el grado de capitán, volvió a sus estudios militares y fue profesor en la Academia de Saint Cyr.

Su período de profesor lo dedica exclusivamente a actividades militares demostrando, paralelamente, su formación cultural e incluso literaria. Sus escritos y sus conferencias tienen una alta calidad.

En 1939, al romperse las hostilidades, el coronel De Gaulle mandó una brigada de carros de combate del quinto Ejército, en la Baja Alsacia. El 6 de julio de 1940 fue nombrado subsecretario de Estado para la defensa Nacional por Paul Reynaud, presidente del Consejo.

Pero el desastre francés se había hecho remediable. De Gaulle, en Londres, el 18 de julio de 1940 –aniversario que pasará este año en España- lanzaba su famoso llamamiento: “Francia ha perdido una batalla, pero no la guerra”. Condenado a muerte en Toulouse, en 1940, ya había formado en Londres un Gobierno francés en el exilio y comenzaba así su carrera política.

El 26 de agosto de 1944, De Gaulle entraba triunfante en París y era nombrado jefe del Gobierno provisional de la República Francesa, cargo en el que estuvo hasta 1946. En 1947 fundó el “Rassemblement du Peuple Francaise”, pero luego se retira nada menos que 11 años. Hasta 1958.

Fueron once años en los que se dedicó a la actividad literaria y es de destacar entre sus obras, “La discordia en el enemigo”, “El filo de la espada”, “Francia y su Ejército”, “Hacia el Ejército profesional”, “Discursos y mensajes”, y sobre todo las “Memorias de la guerra” que aparecieron en 1954, 1956 y 1959.

Charles De Gaulle ha ocupado la historia de Francia durante 30 años y ha sido un representante fiel de ese país. Es un hombre que siempre revela su orgullo de carácter y su sangre fría y denota una voluntad clara por alcanzar sus objetivos. Tiene, por otra parte, el dominio de sí mismo que corresponde a un buen político.

En dos ocasiones sobre todo Charles De Gaulle ha hecho navegar el barco francés entre la tempestad y lo llevó a tierra. En dos ocasiones De Gaulle fue un símbolo y a su alrededor se creó la fuerza política más coherente y más poderosa de las que actualmente existen en Francia: el partido político UDPL, que ahora sigue gobernando el país con George Pompidou.

Brillante en sus discursos, irónico en sus frases, hábil en política, De Gaulle es una gran personalidad que apasiona a los franceses.

De Gaulle, desde que se apartó de la política, vive en su finca de La Bolsserie, en Colombey lex deus Eglises, retiro que ha abandonado en dos ocasiones: una para ir a Irlanda y esta segunda para venir a España.”

(página 16 Diario Montañés 05.06.1970)

 

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