De cómo durante el reinado de Carlos III de España se pretendía acabar con algunas celebraciones como las procesiones, las romerías, sin embargo un fuerte arraigo popular se resistía pese a la prohibición.
Ponemos a continuación dos folios del auto, por desobediencia
de la Romería de San Bartolomé en el Barrio de Caborredondo de Oreña.
Folio 1.- Inicio auto:
En la villa de Santillana a once días del mes de septiembre de mil setecientos ochenta y dos, el capitán Don Francisco Dionisio de Valdivieso, caballero del orden de Santiago, Alcalde, Justicia ordinaria en la Real Abadía de esta villa, por ante mi elegido
En la villa de Santillana a once días del mes de septiembre de mil setecientos ochenta y dos, el capitán Don Francisco Dionisio de Valdivieso, caballero del orden de Santiago, Alcalde, Justicia ordinaria en la Real Abadía de esta villa, por ante mi elegido
Digo que en ejecución de expresa Real Orden de S. M., Dios
le guarde
Por la que se resolvió prohibir las Danzas en festividades,
romerías y otros públicos actos, cuya observancia contrario a las justicias del
Reino, bajo graves penas;
Entre los capítulos del auto de buen gobierno de esta
jurisdicción se previene a los vecinos y visitantes de ellas que bajo de graves
penas no se use de Bailes con pretexto de festividad, costumbre ni otro título,
no obstante lo cual habiéndose ejecutado, la experiencia a los malos efectos que
preparan a la tolerancia despacho particular, norma que se dirigió a las
jurisdicciones de los pueblos, resoluciones
y procederes, quienes toman festivos en sus pueblos y sin embargo el día
de San Bartolomé, veinticuatro de agosto próximo pasado en el concejo de Oreña,
barrio de Caborredondo su ermita de San Bartolomé hubo romería y bailes en
contravención a otra Real Orden y providencias explicadas, para que se sepa quiénes son los agresores de
este excelentísimo, mando su señoría
formar este auto. Comience el procedimiento y a su tenor examine los testigos que estén citados en auto de la
que resuelve prohibir lo que firmo y doy fe.
folio 2.- testigos:
En la villa de Santillana a quince días del mes de septiembre de mil setecientos ochenta y dos, el capitán Don Francisco Dionisio de Valdivieso, caballero del orden de Santiago, Alcalde, Justicia ordinaria con esta Real Abadía, por ante mí, el Excmo. Hizo parecer ante mí a Tomás González, vecino y regidor del Concejo de Oreña, de quien recibió Juramento según norma que hizo como se requiere primero bajo de el decir verdad, de cuarenta y cuatro años, poco más o menos, preguntado al tenor del auto de oficio. Dijo es cierto se han publicado la Real Oden y providencias que cita velar cuales está advertida su Concejo y vecinos y ofrecida su observancia y cumplimiento y sin embargo la tarde del día veinte y cuatro de Agosto de este año en la Romería y Ermita de San Bartolomé del Barrio de Caborredondo de su Concejo de Oreña hubo baile, entre las personas del pueblo y forasteras, que el que declara no se halló de presente a la formación de él, que tampoco lo estuvieron los oficiales y es cierto que fue noticioso bailaban y él que estaba se estaba divirtiendo a los naipes y viendo que ya era hora de cuatro o cinco se llegó al Baile, dio orden que cada uno se fuese a su casa; en efecto cada uno se fue a su casa y hace memoria estaba si bailando unos mozos de Ruiloba, Ángel Valdés soldado miliciano natural de dicho Concejo por quien igualmente se prestó a obedecer a la Orden de su Excmo. Y la de S. M.
En la villa de Santillana a quince días del mes de septiembre de mil setecientos ochenta y dos, el capitán Don Francisco Dionisio de Valdivieso, caballero del orden de Santiago, Alcalde, Justicia ordinaria con esta Real Abadía, por ante mí, el Excmo. Hizo parecer ante mí a Tomás González, vecino y regidor del Concejo de Oreña, de quien recibió Juramento según norma que hizo como se requiere primero bajo de el decir verdad, de cuarenta y cuatro años, poco más o menos, preguntado al tenor del auto de oficio. Dijo es cierto se han publicado la Real Oden y providencias que cita velar cuales está advertida su Concejo y vecinos y ofrecida su observancia y cumplimiento y sin embargo la tarde del día veinte y cuatro de Agosto de este año en la Romería y Ermita de San Bartolomé del Barrio de Caborredondo de su Concejo de Oreña hubo baile, entre las personas del pueblo y forasteras, que el que declara no se halló de presente a la formación de él, que tampoco lo estuvieron los oficiales y es cierto que fue noticioso bailaban y él que estaba se estaba divirtiendo a los naipes y viendo que ya era hora de cuatro o cinco se llegó al Baile, dio orden que cada uno se fuese a su casa; en efecto cada uno se fue a su casa y hace memoria estaba si bailando unos mozos de Ruiloba, Ángel Valdés soldado miliciano natural de dicho Concejo por quien igualmente se prestó a obedecer a la Orden de su Excmo. Y la de S. M.
Lo dicho es la verdad para el juramento hecho leído sea
firmo y ratifico y firmo con su Excmo doy fe.
(folios traducidos de los originales del Archivo Histórico Provincial de Cantabria)
Es a los solos efectos de la antigüedad de la Romería de San Bartolomé, que por lo menos desde 1782 se viene celebrando y queda abierta esta publicación a recibir lo más antiguo en fotos e ilustraciones.
(folios traducidos de los originales del Archivo Histórico Provincial de Cantabria)
Es a los solos efectos de la antigüedad de la Romería de San Bartolomé, que por lo menos desde 1782 se viene celebrando y queda abierta esta publicación a recibir lo más antiguo en fotos e ilustraciones.
Otros temas sobre este asunto en el blog:
Ermita de San Bartolomé, en Oreña