sábado, 21 de octubre de 2023

Historia de la casa de Oreña, año 1898

 


Galería Montañesa

22 de julio

Sancho Calderón de Guevara

De Villanueva de la Barca salió en el siglo XIII Juan Sánchez, hijo de Hernán, primero de su nombre en aquella casa (1), y de doña María de la Vega, y nieto de Sancho Ortiz, y fundó la de Oreña, que llegó a ser una de las más poderosas y notables de aquel concejo y de las Asturias de Santillana.

Estaba situada sobre unos peñascos con sus cuadros, murallas y huertas y dos torres antiguas mirando al mar, y de ella tomó nombre el puerto llamado de Calderón, entre Oreña y el pueblo de Ubiarco; tenía por vasallos a los vecinos del concejo (2), y de ellos recibía como tributo anual determinado número de carros de leña.

En el río que atraviesa el concejo (2) los señores de la casa tenían sus molinos que disfrutaban de privilegio. “No podía nadie en el lugar segar la yerba ni vendimiar su vino hasta que el señor no hubiese segado y vendimiado.”

Cuando moría cualquier vecino, habían de dar sus herederos el mejor buey, vaca o animal cuadrúpedo que dejase aquél, y si carecía de hijos, el señor era el heredero de sus bienes.

En las tres Pascuas del año acudían los vecinos de Oreña a la casa del señor con sus presentes y regalos y éste hacía matar el número de vacas que fuera necesario para repartir entre ellos la carne.

Cuando el señor comía, se tocaba desde las torres una bocina, y cuando era menester que sus deudos acudieran a la casa, por cualquier motivo, se tocaban dos bocinas desde la del homenaje.

Gozaba de la regalía de la promulgación de votos y elecciones de oficios para el gobierno del concejo en la iglesia de San Pedro; junto al altar mayor, tenía su silla, como asiento principal; un poco más abajo, en un escaño, se sentaban sus deudos, y su mujer se sentaba delante de todos, sin que nadie pudiese colocarse a su lado; sin embargo, no tenían derecho a sepultarse en aquella iglesia, sino en la de Santillana, al pie de la sepultura de la rama principal de los Calderones.

Pasó esta casa a poder de la de Villanueva, más en el siglo XV volvió a separarse de ella con otro Juan Sánchez, hijo de Hernán, quinto, y  de doña María Terán de los Ríos, a quien tocó en legítima, con todos sus vasallos de Oreña, en la participación de los bienes dejados por aquél.

Descendiente directo de aquél, por línea de varón, fue don Sancho Calderón de Guevara, hijo de don Pedro Calderón y de doña Marina de Guevara, hermana del doctor Hernando y del famoso Fr. Antonio, Obispo de Mondoñedo.

Sancho, como segundón de la casa, pues pertenecía el mayorazgo a su hermano Juan Calderón de Oreña (4) se dedicó a la carrera de las armas y entró al servicio del emperador Carlos V, pasando a Italia donde a la sazón se combatía contra los enemigos de España.

El valeroso general de las galeras napolitanas, don Sancho de Leiva, estaba casado con una prima de Sancho Calderón, y por esta causa éste fue a su lado, adiestrándose con él en la vida de mar y lucha y consiguiendo, por su valor y pericia, el mando de dos galeras, de las cuales fue capitán, con las que cooperó activamente a las operaciones de las campañas a que asistió Leiva, hasta que, después de no pocos servicios a Carlos y a su hijo don Felipe II, Sancho Calderón murió en acción de guerra “como hombre valeroso” (5), probablemente en 1563, en una de las expediciones contra el Peñón de La Gomera, la primera al mando de Leiva y la segunda al de don García de Toledo, que conquistó aquella inexpugnable plaza africana.

(1) Luis de Varona.

(2) Atanasio de Ayala

(3) Oreña, no es un pueblo, sino una entidad jurídica compuesta de los barrios de Cabo Redondo, Torriente y Padruno. 

(4) De conformidad con una costumbre muy en uso antiguamente, este don Juan abandonó el apellido materno para tomar como tal el nombre del pueblo donde radicaba su casa,
 
(5) Crónica de Ayala.

(EL CANTÁBRICO viernes 22 de julio de 1898)

(es gentileza de Belén Bielva)


Entradas de Historia de Oreña, en este blog:

Iglesia Parroquial San Pedro Apóstol de Oreña

Chicucos y jándalos

Señorío en Oreña

Oreña, pueblo con mil años

Pedro Calderón de la Barca, tuvo su casa solar en Oreña


jueves, 19 de octubre de 2023

José Calderón, un maestro con vocación de inventor, año 1984

CÓBRECES.- Ha creado mapas eléctricos, paneles para contar y leer y un motor que proporciona más potencia con menos energía

José Calderón, un maestro con vocación de inventor

“Aprender jugando”. He aquí el lema del profesor de E.GB. de Cóbreces, ahora jubilado, (*)José Calderón García, que ha utilizado siempre como divisa de una serie de inventos didácticos, de creaciones suyas que están contribuyendo a revolucionar el sistema de enseñanza en los centros escolares de toda España.

J.PÓO

José Calderón es un enamorado de la mecánica de la electricidad. De sus manos han salido multitud de juguetes, de “chismes” prácticos –mapas, paredes para aprender aritmética, lectura, etc.-, e incluso un motor revolucionario que ahorra un 50 por ciento de energía a la vez que eleva en mucho su potencia.

. Mapas eléctricos

Todo comenzó porque un día se decidió a hacer comprender las lecciones a sus alumnos de una manera sencilla, como si de un juego se tratara, Y creó esos mapas eléctricos que hoy están presentes ya en prácticamente todos los centros de enseñanza de España. Se trata de unas láminas con preguntas y respuestas unidas entre sí por una serie de cables ocultos en su parte posterior. Por medio de la electricidad o por pilas colocadas en cada uno de ellos, un alumno pregunta a otro: si la respuesta es conforme, la pila ilumina un pequeño rectángulo en el que se lee: “Bien”. Si por el contrario, la respuesta no es afirmativa, el rectángulo permanece oscuro.

Esto, lo mismo que para la geografía –montes, ríos, mares, etc.-, ha ideado también una especie de enciclopedia eléctrica escolar, en la que además de las correspondientes asignaturas básicas figura también el código de señales de circulación.

Como se podrá comprender, son muchas las horas, los días y los meses que este maestro del pueblo de Cóbreces, viene dedicando, desde hace muchos años, a temas de invención  y de creación como éstos. De ahí que no sea extraño que en su domicilio se encuentren apiñados, multitud de herramientas, de maquinitas, de libros técnicos … en fin, todo un taller de mecánica en el que don José Calderón trabaja sin dar un minuto al descanso durante horas y horas al día.

. Lectura, escritura y cifras

Bien, de aquel juguete didáctico de los mapas, pasó después a otro invento para aplicar a los niños en edad pre-escolar, ya que el mismo facilita el aprendizaje de las primeras letras y cifras; después los de primero, segundo y tercero de E.G.B. aprenden a formar sílabas y palabras e igualmente la lectura, así como la escritura de cifras y las correspondientes operaciones aritméticas de suma, resta, multipli-  pre-escolar, aprenderán las primeras letras en un modelo donde van las vocales en una “ventanita” y en otra un animal o cosa que, onomatopéyicamente, digan su sonido.

Un sistema muy parecido será el utilizable para los años de E.G.B., tanto para realizar operaciones aritméticas como para leer y escribir rápidamente.

Como es lógico, todos estos sistemas ofrecen, además, otra serie de ventajas a la enseñanza, como es la no menos importante del aprovechamiento del tiempo, pues en las escuelas unitarias, donde el profesor tiene que abandonar una sección para atender a otra soluciona totalmente este inconveniente, ya que como los niños, con este material trabajan solos sin necesidad de presencia del maestro, éste puede atender perfectamente a otra sección.

. El metro madrileño

En fin, que don José Calderón puesto a dar rienda suelta a su inventiva, también ideó un mapa o plano del metro madrileño, similar al que figura en las estaciones del de París. Por medio de una maraña de cables ocultos, todas las estaciones del metro madrileño están unidas entre sí, de tal suerte que aquella persona que llega a Madrid y desea realizar un desplazamiento utilizando este sistema de transporte, con sólo pulsar un botón se orienta perfectamente la línea a seguir y su punto exacto de destino.

El autor lo ofreció a la Compañía del Metro madrileño, pero tras meses de darle largas al tema, han optado ahora por declinar su ofrecimiento.

. Un motor revolucionario

Y así llegamos, de momento, al último de los inventos salidos de la mente incansable de don José Calderón: un motor que duplica la potencia de los hasta ahora conocidos, por medio de un electro-imán, y que si se le agrega otro más es capaz de elevar esta potencia del referido motor en seis, ocho o más veces.

Según el propio autor, es fácilmente comprensible que como el electro-imán manda su fuerza en todas direcciones, la potencia de repulsión aumenta en todo ese número de veces señalado más arriba, con la ventaja, además, que ahorra un 50 por ciento de energía eléctrica.

Lógicamente, nosotros no podemos dar más detalles del invento, que lo ha patentado también, porque no somos técnicos. Digamos, sin embargo, que recientemente ha visto su funcionamiento un catedrático de la Universidad de Santander, quien no sólo quedó encantado, sino que ha prometido una próxima visita a este maestro de Cóbreces para estudiar su posibilidad con vistas a un próximo futuro.

(DM 26 de febrero de 1984)

(*) José Calderón García (n, 1915 San Pedro de Soba, m.1985 Cóbreces


Entradas de Cóbreces en este Blog:

Cóbreces, año 1962

Diez hermanos, 700 años



sábado, 7 de octubre de 2023

P.B. Calderón año 1983

 


Liga de tercera categoría, de bolos

En la Liga de Tercera Categoría “Torneo Federación”, grupo 13, la Peña Bolística Calderón se clasificó en 6º lugar con 24 puntos.

(De la Memoria de la Federación Cántabra de Bolos, año 1983)


Publicado en EL DIARIO MONTAÑES en fechas correlativas:


José Manuel Riancho, deja la Federación

ORTIZ TERCILLA

José Manuel Riancho Palazuelos, hasta hace unos días vocal de la Federación Cántabra de Bolos, ha presentado su dimisión y deja el cargo.

La noticia es así de escueta y de sencilla, aunque se podrían realizar algunas matizaciones sobre el tema, que en ningún caso puede considerarse como un trauma, ya que se produce la renuncia, al cargo, con toda la normalidad, al carecer, José Manuel, del tiempo necesario que le permita dedicar a esta faceta deportiva, que él tanto quiere. Sus deberes profesionales le ocupan mucho tiempo y sus labores en la escuela de Oreña le obligan a solicitar el relevo.

El caso –por llamarlo de alguna forma- se produjo hace unos días y si nuestras referencias, que pueden ser de toda fiabilidad, no fallan, es fácil que “el sillón” dedicado a infantiles, dentro de la Federación, sea ocupado por otro pedagogo. Según hemos podido conocer será José Ángel Hoyos, que tan formidable labor ha realizado en Vargas (Colegio Cuevas del Castillo) tanto profesional como deportiva y socialmente.

Sería –creemos- un acierto la inclusión de José Ángel en el equipo federativo.

(DM 20 de enero de 1983)


Alfonso González, campeón juvenil

En Oreña se disputó el domingo el Campeonato regional juvenil, donde se proclamó justo, y hasta cómodo, vencedor Alfonso González, de Ontoria, que sigue su ascenso firme, plagado de triunfos, como hiciera en categorías menores. Alfonso se proclamó campeón regional con un margen de 38 bolos, sobre el segundo clasificado, circunstancia que restó interés a las últimas tiradas del torneo.

La clasificación final fue, Alfonso González (Ontoria), 614 (122, 120, 125. 132,115); Juan Manuel Aguirre (Anero), 576; Luis Cubillas (Escalante), 453; José García (Villacarriedo), 445; José A. López (Villanueva de la Peña), 340; Juan M. Camus (Oreña), 332; Fernando González (Renedo), 323, y Luis A. Mosquera (Cabezón), 316 bolos.

Estos serán los ocho jugadores que representarán a Cantabria en el Campeonato de España de esta categoría, que se jugará el próximo domingo en Bilbao.

A continuación se clasificaron: Jesús Ortega, 209; Luis A. Fernández. 209; Juan Hernández, 203; Roberto García, 200; Juan Cobo, 197; Juan Carlos Fernández, 192; José Barquín, 183, y Alfredo Aja, 162 bolos.

(DM/ 12 de julio de 1983)


Alfonso campeón nacional juvenil  y Juan M. Camus, subcampeón nacional juvenil

Alfonso fue el mejor

En el Campeonato Nacional juvenil, jugado en “Miraflores” (Bilbao), en organización de la Peña Santuchu, el mejor fue Alfonso, que se proclamó vencedr con una ventaja de 30 bolos, sobre otro cántabro, Juan M. Camus, clasificándose en tercero y cuarto lugares dos jugadores de Cataluña y Vizcaya, que jugaron bien, haciéndose acreedores a esa clasificación meritoria.

Alfonso hizo un total de 637 bolos, quedando a solo dos del récord del Campeonato, careciendo de fortuna en algunas jugadas, sobre todo en la de la última bola con la que buscó el emboque, que no salió, pese a “pegarle” y escuadrar favorablemente, no consiguiendo la jugada por milímetros.

Los resultados técnicos fueron: Alfonso González, 637 bolos; Juan M. Camus, 607; Gregorio Sánchez (Cataluña), 476; Roberto Fernández (Vizcaya), 438; Luis Cubillas, 340; Fernando González, 323; César Blanco, 312; Jesús Ortega, 310; Juan Manuel Aguirre 213; Guadalberto San Miguel (Asturias), 211; Luis A. Mosquera, 209; José Garcia, 192; Rafael Balmori (Asturias), 186; Fernando Suárez (Asturias), 178, y Victor Manuel Rivero, 158 bolos.

Arbitraron los colegiados Braulio Llama (Cantabria) y Rosendo Rodríguez (Vizcaya) y presidió el titular de la Federación Española de Bolos, señor Eguía, juntamente con las Territoriales Vizcaína y Cántabra, señores Del Río y Abascal, y directivos de la Peña Santuchu.

(DM 19 de julio de 1983)


Manuel Cipitria, campeón regional de alevines, y J.I.Gutiérrez, subcampeón regional de alevines

Ayer, en el Verdoso, se jugó el Campeonato Regional de Alevines, en cuyo torneo se proclamó campeón Manuel Cipitria (Virgen del Milagro), con 390 bolos, seguido de José Ignacio Gutiérrez (Calderón), 357; Antolín Fernández (Pámanes), 227; Sergio Garmilla (Calderón), 222; Carlos Arenal (La Carmencita), 114; Víctor López (Zurdo de Bielva), 99; José M. Torre (Salcedo), 93, y José Luis Trápaga (Virgen del Milagro), 91 bolos. Arbitró el señor San Román y el presidente de la Federación Cántabra, señor Abascal; el directivo señor Ojembarrena y el presidente de la Peña La Carmencita, señor Sánchez Mier, entregaron los premios.

(DM 14 de agosto de 1983)


El concurso del gas

En “El Verdoso” se disputaron las finales del tradicional y original concurso que patrocina la Compañía Española de Gas S.A. dedicado a categoría menores. Fue una feliz jornada para los chavalillos, finalistas, que recibirían lotes de libros como premio. Se reunieron en una comida de hermandad y posteriormente en una merienda de clausura, contando con la presencia de los señores Álvarez, Martínez Pelayo, Presmanes y Sánchez Mier, que realizaron la entrega de los premios.

Las clasificaciones fueron:

Benjamines: Juan F. Ceballos, Antonio Casanova, José M. González, David Calderón y Daniel Sáiz.

Alevines: Carlos Arenal, José I. Gutiérrez, Manuel Cipitria y J. Luis Trápaga.

Infantiles: Ángel Aguazo, R. Marcos, Javier Barquín y J.L. Mallavia.

Carlos Arenal se proclamó campeón de campeones con 126 bolos seguido de A. Aguazo con 125 y Ceballos con 122 bolos. Arbitró el señor San Román.

(DM 14 de agosto de 1983)


Infantiles en Pesquera

En el “III trofeo  los 20 chavales”, disputado en Pequera para categoría infantiles. Los resultados técnicos finales fueron:

Ángel Aguazo, 261; José M. Aguado, 249; José A. Vallines, 120 y Javier Barquín, 118.

(DM 26 de agosto de 1983)


José Ángel Vallines, campeón de España infantil y  Ángel Aguazo 3º

ORTIZ TERCILLA

Se disputó en la bolera “Teka” y organizado por la Peña La Carmencita el Campeonato de España de infantiles, donde una vez más los chavales mostraron sus posibilidades dejando sentado ese esplendoroso porvenir que nos ofrecen estas nuevas generaciones. Un elenco de verdaderos artistas. Una exposición de futuros ases, de verdad consoladora y que da pie a cualquier optimismo. Por si ello fuera poco hay que destacar la “limpieza” de los chavales. Bien pudieran aprender de ellos algunos ases en este sentido. Una verdadera exhibición de disciplina deportiva y de comportamiento nos dieron estos chavales formidables.  Al final llegaron a la cima del Campeonato los cinco o seis chavales que se están repartiendo este año los concursos reservados a esta categoría. Al llegar a estas alturas del torneo se decidió en favor de José Ángel Vallines, que superó en la final a Javier Barquín.

Consoladora también la presencia de esos formidables monitores de los equipos que tienen preferencia en estas categorías y así vimos gozar de verdad a Vicente Sámano, a Lilis Mallavia, a Riancho, a Poldo, a Ramonín … y por supuesto a Manolo Martínez Pelayo, cuya valoración es innecesario cualquier comentario. Sólo la presencia de éstos da aliciente a los chavales que se sienten respaldados y se crecen técnicamente poniendo esmero y cuidado en sus acciones, siguiendo las normas a que están acostumbrados. Todas las eliminatorias mantuvieron durante todo el día un tono emocional y pleno de interés, destacándose, rápidamente, los cántabros, aunque hay que considerar las buenas maneras de algunos de fuera. Tal es el caso del andaluz José Manuel Gutiérrez, a quien traicionaron los nervios, y al madrileño, Ricardo Soberón, que pese a su juventud dejó constancia de su presencia y de sus posibilidades, logrando un birle de siete bolos, que fue largamente aplaudido.

El catalán Ignacio Davesa, puede ser jugador si mantiene su afición, y también los asturianos Javier Torre y Carlos Gil. Buenas formas también las del madrileño, con raíces asturianas, Diego Otero, a quien pudieron los nervios.

Los cuatro grandes

Los cuatro grandes del Campeonato, o los cuatro que llegaron a las semifinales fueron José Ángel Vallines, Javier Barquín, Ángel Aguazo y José Antonio García, que dejaban en quinta posición a José Luis Mallavia por uno o dos bolos.

En la final, Javier comenzó restando diferencia, pero al final se imponía José Ángel que se “adornó” como un buen torero, consiguiendo embocar con la última bola, siendo ya campeón. La ovación fue de gala y alguna señora soltó alguna lágrima, por razones de pura lógica. Los éxitos de un hijo siempre son éxitos propios, ¿verdad?, Felicidades, señora.

En definitiva, que José Ángel se proclamó campeón nacional con una suma de 653 bolos, seguido de Javier Barquín, con 631;  Ángel Aguazo, 484 y José A. García, 471 bolos.

Se clasificaron a continuación José Luis Mallavia, 364; Javier Torre, Asturias, 355; Rafael Marcos, 350; Enrique Garcia, 330; Ricardo Soberón, Castilla, 221; Alejandro Núñez, Asturias, 218; José M. Gutiérrez, Cádiz, 217; Óscar Gutiérrez, 211; Ignacio Davesa, Cataluña,206; Carlos Gil, Asturias, 193; Carlos Astigarraga, Guipúzcoa, 167; Ángel Becerril, Guipúzcoa, 155; Diego Otero, Castilla, 81; José Blanco, Vizcaya, 66, y Carlos Blanco, Vizcaya, 65 bolos,

Arbitraron los señores San Román y Bustamante San José, de los colegios de Cantabria y Castilla respectivamente.

(DM 28 de agosto de 1983)


La liga escolar

En la categoría de benjamines-alevines, quedaron eliminados por la mañana los equipos de San Pedro del Mar (Monte), Bellavista (Sarón) y Salcedo, y tras jugar la liguilla se proclamó campeón el equipo de la Peña Calderón (Oreña), con 4 puntos, seguido de Virgen del Milagro (Torres) y La Carmencita (Santander).

Arbitró el señor Salinas y presidió el titular de la Federación Cántabra de Bolos, señor Abascal. Controló el torneo el secretario federativo, Esteban del Campo, y Poldo Ojembarrena,

(DM 14 de septiembre de 1983)


J. Manuel Riancho, campeón de La Carmencita (tercera)

La final social de la Peña La Carmencita, en su categoría de terceras, se pudo jugar el domingo, por la mañana, tras aplazar las señaladas para el sábado. En las tiradas matinales se dio un empate tras la acumulación de registros de las distintas eliminatorias, entre José María Sainz y José Manuel Riancho, que tras reñida semifinal e igualada final sumaban ambos 334 bolos, imponiéndose José Manuel en el obligado desempate, con lo que se proclamaba campeón de La Carmencita en esta categoría.

(DM 1 noviembre 1983)


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