A su llegada a Santiago, |
La vida, una aventura sobre ruedas
Dos jubilados jerezanos hacen el Camino de Santiago en
bicicleta, nueve días, nueve etapas y un total de 1193 kilómetros de trayecto
Arantxa Cala
Las ganas de cumplir un sueño han podido más que la ---
Jacinto Gutiérrez, 68 años, y Ramón Gutiérrez, de 66, se marcaron una meta:
hacer el Camino de Santiago en bicicleta. Iniciativa surgida, entre cuatro o
cinco amigos, grupo que al final se redujo a dos.
La preparación para poder llevar a cabo este proyecto no fue
fácil. Con un mes de antelación a la salida, prevista para el 24 de mayo,
Jacinto y Ramón comenzaron los entrenamientos para cubrir el proyecto planeado,
que constaba de nueve etapas, 1.193 kilómetros, a una media de 123 al día. El
plan de entrenamiento era en principio salir una vez a la semana en la que
hacían 70 kilómetros. Salidas que fueron aumentando hasta hacerse diarias.
“Cuando considerábamos que ya hacíamos los 100 kilómetros diarios sin cansarnos
demasiado, llegando bien al destino y sobre todo, estar bien al día siguiente,
es cuando supimos que era el momento”, dice Ramón.
El trayecto no fue por las carreteras generales, sino por la
Ruta de la Plata y de ahí al Camino de Santiago, del que Jacinto recuerda la
dureza de sus puertos. Especialmente en Roncesvalles y, “es que había zonas de
20 kilómetros de subida, con unas inclinaciones muy potentes, de 18% ó 20%,
daban miedo”.
Desde las ocho de la mañana hasta las seis de la tarde, el
pedaleo era continuo. Tan solo algunas paradas para comer y deleitarse con el
paisaje. A las seis de la tarde, la recompensa, llegada al hostal, ducha y
paseo. Al día siguiente una nueva aventura.
“Siempre nos ha gustado mucho la bicicleta y nunca hemos
tenido tiempo de disfrutarla. La afición a la práctica de verdad ha sido con la
jubilación. La experiencia ha sido muy bonita, porque una cosa es pensarla y
otra es hacerla”, dice Ramón, que cuenta como anécdota que se perdieron el uno
del otro dos veces y se quedaron sin cobertura en el móvil por lo que la
situación se hizo, si cabe más esperpéntica. “Ïbamos a ritmos diferentes y
entonces uno tuvo que retroceder para encontrar al otro. Pero estas cosas no
las tomábamos con humor. A pesar de todo, cada día nos encontrábamos mejor. De
caídas nada, sólo un pinchazo. Y de achaques, cero”.
Jacinto y Ramón se sienten únicos por haber hecho realidad
esta aventura, “durante todo el camino no vimos a nadie de nuestra edad en
bici. Sí los veíamos andando. En bicicleta éramos los mayores, con seguridad”.
Es la primera vez que Jacinto y Ramón hacen el Camino de
Santiago y reconocen que es una hazaña “que no es fácil de repetir. Aunque ya
tenemos en proyecto ir a otro sitio, Covadonga. Quizá en septiembre, pero
estamos buscando patrocinadores (bromean)”.
Los dos aventureros se ríen recordando los kilómetros
hechos, a la vez que “compiten” por ver quien roncaba menos. “La verdad es que
ha ido todo genial. Hemos comido y dormido muy bien. La gente ha sido bastante
agradable. Hemos tenido suerte y nos adaptamos a lo que había”.
La llegada a “meta” (Santiago) fue el 1 de junio. “Ese fue nuestro premio, darle el abrazo a Santiago”, dicen. La vuelta, en autocar hasta Sevilla. Y luego, para no perder la costumbre, en bici hasta Jerez.
(Copiado del Diario de Jerez)
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