miércoles, 8 de febrero de 2023

Hacen el Camino de Santiago en 2007

A su llegada a Santiago,

 La vida, una aventura sobre ruedas

Dos jubilados jerezanos hacen el Camino de Santiago en bicicleta, nueve días, nueve etapas y un total de 1193 kilómetros de trayecto

Arantxa Cala

Las ganas de cumplir un sueño han podido más que la --- Jacinto Gutiérrez, 68 años, y Ramón Gutiérrez, de 66, se marcaron una meta: hacer el Camino de Santiago en bicicleta. Iniciativa surgida, entre cuatro o cinco amigos, grupo que al final se redujo a dos.

La preparación para poder llevar a cabo este proyecto no fue fácil. Con un mes de antelación a la salida, prevista para el 24 de mayo, Jacinto y Ramón comenzaron los entrenamientos para cubrir el proyecto planeado, que constaba de nueve etapas, 1.193 kilómetros, a una media de 123 al día. El plan de entrenamiento era en principio salir una vez a la semana en la que hacían 70 kilómetros. Salidas que fueron aumentando hasta hacerse diarias. “Cuando considerábamos que ya hacíamos los 100 kilómetros diarios sin cansarnos demasiado, llegando bien al destino y sobre todo, estar bien al día siguiente, es cuando supimos que era el momento”, dice Ramón.

El trayecto no fue por las carreteras generales, sino por la Ruta de la Plata y de ahí al Camino de Santiago, del que Jacinto recuerda la dureza de sus puertos. Especialmente en Roncesvalles y, “es que había zonas de 20 kilómetros de subida, con unas inclinaciones muy potentes, de 18% ó 20%, daban miedo”.

Desde las ocho de la mañana hasta las seis de la tarde, el pedaleo era continuo. Tan solo algunas paradas para comer y deleitarse con el paisaje. A las seis de la tarde, la recompensa, llegada al hostal, ducha y paseo. Al día siguiente una nueva aventura.

“Siempre nos ha gustado mucho la bicicleta y nunca hemos tenido tiempo de disfrutarla. La afición a la práctica de verdad ha sido con la jubilación. La experiencia ha sido muy bonita, porque una cosa es pensarla y otra es hacerla”, dice Ramón, que cuenta como anécdota que se perdieron el uno del otro dos veces y se quedaron sin cobertura en el móvil por lo que la situación se hizo, si cabe más esperpéntica. “Ïbamos a ritmos diferentes y entonces uno tuvo que retroceder para encontrar al otro. Pero estas cosas no las tomábamos con humor. A pesar de todo, cada día nos encontrábamos mejor. De caídas nada, sólo un pinchazo. Y de achaques, cero”.

Jacinto y Ramón se sienten únicos por haber hecho realidad esta aventura, “durante todo el camino no vimos a nadie de nuestra edad en bici. Sí los veíamos andando. En bicicleta éramos los mayores, con seguridad”.

Es la primera vez que Jacinto y Ramón hacen el Camino de Santiago y reconocen que es una hazaña “que no es fácil de repetir. Aunque ya tenemos en proyecto ir a otro sitio, Covadonga. Quizá en septiembre, pero estamos buscando patrocinadores (bromean)”.

Los dos aventureros se ríen recordando los kilómetros hechos, a la vez que “compiten” por ver quien roncaba menos. “La verdad es que ha ido todo genial. Hemos comido y dormido muy bien. La gente ha sido bastante agradable. Hemos tenido suerte y nos adaptamos a lo que había”.

La llegada a “meta” (Santiago) fue el 1 de junio. “Ese fue nuestro premio, darle el abrazo a Santiago”, dicen. La vuelta, en autocar hasta Sevilla. Y luego, para no perder la costumbre, en bici hasta Jerez.

(Copiado del Diario de Jerez)


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