Jesús Otero, hijo predilecto de Cantabria
El poeta de la piedra, nombrado hijo predilecto de Cantabria
Otero: “Esto no sólo me hace pensar si lo merezco, sino que me obliga a un último esfuerzo”
“No sólo tengo que pensar si me merezco esto, sino que me obliga a que ahora tenga que hacer el último esfuerzo, para poder corresponder a tantos honores”. Jesús Otero, Chus, el escultor universal de la piedra, se contestaba emocionado con esta sentencia tras recibir segundos antes la medalla de plata de Cantabria y el nombramiento de hijo predilecto de la región, de manos del presidente de la Diputación Regional de Cantabria, Juan Hormaechea, quien encabezó la representación oficial del acto celebrado ayer al mediodía en las casonas del Águila y la Parra de Santillana del Mar, allí donde las piedras y la naturaleza han sido testigos y los cómplices cotidianos de la trayectoria artística del escultor cántabro.
GUILLERMO BALBONA
La concesión del título de hijo predilecto y la medalla de plata se remonta a un decreto acordado el día 29 de enero de 1988, que ayer fue leído al inicio del acto en el que, dos años después se plasmaba el calor y el homenaje de numerosos representantes de la vida artística, cultural, y política de la región. La emoción del escultor tras recibir la medalla se vio mezclada con sus espíritu juvenil y creativo. “La boca se me hace pequeña para todos los pensamientos que se me amontonan”, expresaba el poeta con voz emocionada. Cerca de doscientas personas asistieron al acto que se prolongó durante unas dos horas, y que contó con la intervención del propio presidente regional, y del consejero de Cultura, Dionisio García Cortázar, tras la lectura del decreto de concesión realizada por el secretario general de la Consejería, José Ramón Ruiz.
El autor del Cristo de Berkely en California, contestó, mientras evocaba las costumbres de su labor cotidiana, que “qué pena que ya se me está acabando la luz”. Con humor y ansia juvenil Chus Otero prometió seguir trabajando y recomendó a ejecutivos y estresados el valor infinito de la siesta, para trabajar de forma intacta desde la madrugada a la noche.
Jesús y su hermana Magdalena |
Juan Hormaechea, que presidió el acto, definió al escultor “como una dulce y original persona”, y confesó que frente a la vida política en la que se conocen “demasiadas personas y demasiado poco”, era una suerte contactar con alguien como Otero. El consejero de Cultura por su parte, aludió a la hermana del escultor, Magdalena, como, “el contrapunto, la sensatez y el refugio del artista por lo que debe tener una mención de honor”. Al acto, que contó con la presencia del alcalde de Santillana, Aniceto Gómez Puente, tras ser invitado expresamente por Jesús Otero, asistieron artistas como Ángel de la Hoz, Pedro Sobrado, Pérez del Valle, o Mauro Muriedas, mientras personalidades de la vida cultural centraba la mayor concurrencia, Rafael Gómez, Manuel Revuelta, Benito Madariaga, Antonio Zúñiga, Modesto Chato, Carlos Galán, entre otros.
La concesión de la medalla y del título dos años después de adoptarse tal decisión, ha centrado algunas críticas. La diputada socialista, Carmen Calderón que asistió al acto y que presentara una pregunta en el pleno de la cámara sobre el retraso de la concesión hace escasas semanas, señaló que “bienvenidos sean actos como este aunque sea tarde”, pero “manifestó desconocer “si el descuido o el desinterés o el trabajo excesivo del Ejecutivo, lo había impedido con anterioridad”. Luis Alberto Salcines, autor de un estudio sobre el escultor, también calificó de inexplicable el paréntesis tan prolongado. Al respecto el consejero de Cultura, aseguró que el merecido acto de hoy llega en su momento oportuno. “Era difícil que Otero pudiera venir a Santander, por lo que buscamos un momento oportuno para todos que nos albergara aquí en Santillana”.
DM/ Domingo, 11 de febrero de 1990.
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