lunes, 17 de junio de 2024

Oreña. año 1991

 

Cirilo Sáinz, párroco homenajeado ante la iglesia de Oreña

 ALFOZ DE LLOREDO

Vecinos de Oreña homenajean al párroco que ha dirigido el arreglo de dos iglesias

Cirilo Sáinz ha desarrollado una intensa labor pastoral en seis años

CARLOS BIELVA

DM/ OREÑA

Con una misa concelebrada por los sacerdotes de la zona, el próximo día 21, de septiembre, se reabrirá oficialmente al culto de la iglesia parroquial de San Pedro en Oreña, que ha sido rehabilitada por los propios vecinos. 

A su cargo ha recorrido la realización de los trabajos y la financiación de la práctica totalidad de la obra que ha supuesto una inversión de ocho millones de pesetas. 

Los vecinos de Oreña han querido aprovechar la oportunidad de la reinauguración de la iglesia de San Pedro para rendir un homenaje popular a su párroco, Cirilo Sáinz Sisniega, quien a lo largo de los últimos seis años ha desarrollado una intensa labor pastoral, al tiempo que se ha ocupado de la dirección y organización de los trabajos de restauración, , tanto de la iglesia de San Pedro como de la ermita de San Roque. 

Los trabajos han consistido en la renovación total de la cubierta el tejado, limpieza y picado de todas las paredes y entorno. 

Es de reseñar el hecho de que la práctica totalidad del picado de paredes de la iglesia de San Pedro ha sido realizado por cinco mujeres del pueblo, que han utilizado andamios de seis alturas, llegando a improvisar andamios colgados desde las ventanas de la torre del campanario para proceder a la limpieza de las paredes de la misma. 

Asimismo, se ha acondicionado el cementerio y sólo queda pendiente la construcción de un muro de carga, en la parte Norte de la iglesia, dado que ha de buscarse subvención para su construcción, al elevarse su costo a medio millón de pesetas. 

El importe de la obra de rehabilitación del templo parroquial ha superado los ocho millones de pesetas que han sido financiados, en gran parte por los vecinos de Oreña, entre los que se han realizado cuestaciones en seis ocasiones. También ha colaborado la Fundación Botín, con 400.000 pesetas, en tanto que el Obispado y Ayuntamiento han aportado doscientas mil pesetas respectivamente.

Lunes, 16 de septiembre de 1991


Reabierto al culto el templo de San Pedro, en Oreña, recién habilitado
Se rindió un homenaje al párroco del pueblo Cirilo Sainz

CARLOS BIELVA

DM/OREÑA

Con una misa concelebrada quedó ayer abierta al culto la iglesia de San Pedro de Oreña, que estaba cerrada desde el año pasado como consecuencia del estado de ruina en que se encontraba. Los vecinos, que han colaborado intensamente en la recuperación quisieron aprovechar la jornada para rendir homenaje al párroco, Cirilo Sáinz Sisniega, que ha desarrollado una intensa labor pastoral en la zona en los últimos seis años. A la reapertura del templo asistieron el vicario de la comarca, Juan José Caldevilla, y el abad de Cóbreces. También estuvo presente el alcalde de Alfoz de Lloredo, Antonio Díaz y parte de la corporación.

La iglesia de San Pedro de Oreña es un amplio edificio del siglo XVI, erigida sobre una loma desde la que se divisan los nueve barrios que integran la comunidad de Oreña, y que como consecuencia de la guerra civil sufrió un importante deterioro que se vio incrementado por la caída de un rayo en época posterior, encontrándose, hasta el año 89, en su estado de derrumbamiento y ruina del que ha sido recuperada merced al duro trabajo realizado por los vecinos.

Al acto estaba invitado el obispo dimisionario de la diócesis de Santander, Juan Antonio del Val, quien por medio de una emotiva carta, leída durante la ceremonia dijo que se había despedido oficialmente de los fieles con la celebración de la Bien Aparecida y envió sus mejores deseos al pueblo de Oreña y al párroco homenajeado. Éste, con 75 años de edad, inició su actividad pastoral en el año 1953. A lo largo de todo este tiempo Cirilo Sáinz ha colaborado en la recuperación de ocho pequeñas parroquias, pues considera fundamental el contar con lugares dignos para desarrollar su actividad religiosa. El pueblo organizó para él una comida de confraternidad durante la que le hicieron entrega de diversos recuerdos.

Domingo, 22 de septiembre de 1991



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