sábado, 3 de octubre de 2020

Pedro Calderón de la Barca tuvo su casa solar en Oreña

Pedro Calderón de la Barca (1600-1680)


De la “Nueva Guía de Santander y la Montaña 1892” me envía A. Cobo Cotera el siguiente recorte:

“Don Pedro Calderón de la Barca tuvo su solar, como queda dicho, en la bahía de Oreña; en la misma ensenada o puerto llamada Calderón, distrito municipal de Santillana, estuvo arraigado su linaje desde tiempo inmemorial, sin que tenga nada de cierta la genealogía que recuerda al infante don Vela; sus antecesores fueron de posición humilde en la tierra y fuera de ella, aunque ahora muchos grandes se enorgullecen de proceder de su casa o ser parientes suyos; y apenas quedan de la noble morada sino dos viejas torres, chatas y arruinadas, escaladas por la yedra, no muy alejadas de la cueva que ruge con voces del mar, bamboleadas por el viento que aún en ellas encuentra algún obstáculo.”


Del Tomo II 1ª parte del libro 1885-1991 la provincia de Santander bajo todos los aspectos de José Manuel del Río Sáinz transcribimos todo a continuación:

Don Juan de Vera Tasis y Villaroel, en su fama, vida y escritos de Calderón, publicado en la verdadera quinta parte de comedias de Calderón impresa en Madrid, año 1682, dice:

“Fue DON PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA, hijo de don Diego Calderón de la Barca Barreda y doña María de Henao y Riaño, por el apellido de su padre, ilustrísimo, pues los Calderones de la Barca Barreda, gozaron el fuero de antiguos hijosdalgo en el valle de Carriedo, de las montañas de Burgos, a donde esta noble familia se retiró desde la imperial ciudad de Toledo en la pérdida de España, según se deduce de sus más clásicas historias y veredictos nobiliarios. Por el de su madre, fué de los principales caballeros de los Estados-Bajos de Flandes, descendientes del señor Mons de Henao, y de antiguo tiempo venidos a Castilla, como también de los esclarecidos Riaños, infanzones de Asturias”.

Su padre don Diego, natural también de Madrid, era Señor de la Casa de Calderón de Sotillo en la jurisdicción de Reinosa, y Secretario de Cámara del Consejo de Hacienda,

Don Anastasio de Ayala, en su Crónica de la casa de Ayala dice, refiriéndose a ésta la perteneciente a la familia del señor Conde de Villanueva de la Barca que habrán visto muchos de nuestros lectores a la izquierda de la carretera de Torrelavega a esta ciudad a corta distancia de esta villa, dice que esta casa se llamó antiguamente de Villanueva, después de la Estrella y últimamente de la Barca, y añade:

“La casa de la Barca, sita en el Concejo de Viveda a media legua de Santillana, está fundada en medio de unas grandes arboledas de robles, limoneros, naranjos y otros frutales. Es una casa fuerte en sus cercas y sus almenas, su término redondo y su jurisdicción. Pasan por junto a ella los ríos Saja y Besaya, que entran en el mar con término de una legua; y las crecientes del mar llegan a una venta que tiene esta fortaleza a un tiro de piedra, donde tiene una barca con que se pasa el río a los lugares de Barreda y otros.”

El eruditísimo don Ángel de los Ríos y Ríos publicó en 1883 una extensa biografía del gran poeta, tratando largamente de su genealogía, añadiendo a ella un árbol de tan notable familia que empieza Gutiérre, Señor de las casas de Zaballos, Oreña y otras muchas probablemente, en cuyo árbol aparecen la casa antigua de Calderón en Oreña y Puerto Calderón, la de la Barca, Sotillo, de las Henestrosas, Carrión, Moarbes, y de los Ríos de la Montaña.  

El apellido Calderón de la Barca se ha conservado en la provincia hasta nuestros días.

La provincia de Santander puede, pues, sentir el noble orgullo de ser Calderón de la Barca, uno de sus oriundos más eminentes, y aunque no tan inmediato como Lope de Vega y don Francisco de Quevedo, cuyos padres nacieron en la Montaña, tener la satisfacción de que los apellidos de unos y otros se encuentran siempre permanentes, perpetuándose de este modo su memoria más, mucho más que sucedería en el contrario caso.


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