Profesiones solemnes en el Monasterio cisterciense "Viaceli".- Cóbreces
Vista exterior del Monasterio de Viaceli, de la trapa de Cóbreces |
Buen
sermón, elocuente, de forma intachable, ecológico, ascético-mixto, el que
pronunció el R.P. Augusto Salgado, S.J., en la iglesia, severamente magnífico,
de “Viaceli”, el día 2 del actual, con motivo de emitir sus votos perpetuos dos
jóvenes llamados a la vida contemplativa.
Pero
aún más elocuente, conmovedor y persuasivo el “sermón sin palabras” de los
nuevos profesos al postrarse ante el altar, con sus rostros tocando la tierra,
y decir a Jesucristo –Presente en el Sagrario- con toda verdad, desde lo íntimo
del corazón; “Tomad, Señor, y recibir toda mi libertad, mi memoria,
entendimiento y voluntad; todo mi haber y mi poseer …”
Voto de
obediencia, que es, según Balmes, “el acto más libre que puede realizar un
hombre, porque dispone en un momento de la libertad de toda su vida…”
Voto
esencial que incluye los de castidad y pobreza. Y, además, los votos
característicos de la Orden del Cister; de estabilidad (residencia vitalicia en
el Monasterio donde se profesa) y de “conversión de costumbres”, que es
obligarse a un progreso espiritual continuo, a una “conversión” permanente de
lo bueno a lo mejor.
-¿Qué
pedís? –pregunta el Abad o el Superior que hace sus veces, a los neo-profesos-
Y
contestan:
-“La
Misericordia de Dios y de la Orden.”
Y Dios
se la concede, sobreabundante, y la Orden los admite en su seno, en su santa
vida monacal… Ya han logrado lo que anhelaban; ya son inmensamente ricos: Dadme
vuestro amor y vuestra gracia, et dives
sum ostis.”
Fr.
María Bernardo Torres tiene 27 años, es natural de Villanueva de Córdoba.
Ingresó en “Viaceli” el año 1941, habiendo hecho aquí sus años de probación;
dos de noviciado y tres de profesión temporal. Es estudiante de Filosofía.
Fr.
María Julián Domínguez nació en Malagón (Ciudad Real). A los 13 años (1934) fue
admitido en este colegio Monástico de San Bernardo. En plena guerra (1937 al
39) pasó al monasterio cisterciense de Santa María de Huerta (Soria), y de aquí
marchó al “frente”, formando parte del ejército Nacional y luchando bravamente
contra los enemigos de España, hasta caer herido. La honrosa cicatriz que en su
rostro perdura le acredita como benemérito de la Patria. Volvió luego a
Cóbreces para cumplir su noviciado y profesión temporal. Cursa el tercer año de
Teología.
El
mencionado día, fiesta de la Purificación de la Santísima Virgen, celebraron
ambos su profesión solemne. Recibió sus votos el primer Superior de “Viaceli”,
Fray María Teófilo, asistido de los reverendos Padres Luis Yagüe, Patricio,
Ceferino y el segundo Superior, Padre Andrés, en presencia de toda la Comunidad
y con asistencia de muy distinguidas personas, entre ellas algunos familiares
de los nuevos profesos.
Los concurrentes siguieron con vivo interés y emoción las graves y simbólicas ceremonias de un acto tan trascendental como edificante y felicitaron efusivamente a los profesos y a toda esta observantísima familia cisterciense.M.T. "
(Diario Montañés 08.02.1946)
No hay comentarios:
Publicar un comentario