miércoles, 20 de noviembre de 2024

Virgen de Fátima, año 1948

 


La Virgen de Fátima, en Santillana del Mar

En un atardecer tranquilo, con cielo nuboso, pero sin desgarrarse una sola nube en agua molesta, entraba la Virgen de Fátima por las vetustas calles de la villa medieval, ocupadas de un pueblo entusiasta y fervoroso.

Sus primeros pasos fueron para los Conventos de Dominicas y Clarisas. Allí, tras las rejas del coro, se apiñaban las monjitas, deseando contemplar a la Virgen Blanca, de tantos misterios para ellas. Y ellas le cantaban la “Salve”, mientras un público que llenaba el templo les contestaba, casi a media voz, como si no quisiera turbar el canto de las religiosas.

Fueron estas dos visitas, breves, pero emocionantes momentos de que disfrutó toda la villa. Después, en la Colegiata, los actos de ritual en estas visitas virginales y la “noche de Fátima”, noche de gracias, como en todas partes; reconciliaciones con Dios, cenas eucarísticas, rosarios en cadena, cánticos, plegarias … que se esfuman al amanecer, para volver a reforzarse en imponente cascada de argentinas voces en la “Misa Mayor”. Y al terminar ésta la emocionante bendición de enfermos.

A las tres de la tarde, salía la Virgen Blanca para Comillas, en cuyo trayecto la detuvieron Oreña, Novales, Cóbreces y Ruiloba porque, ¿qué hijo se resigna a ver pasar a su Madre sin verla y besarla? …

DM/ Viernes, 6 de noviembre de 1948


También en este blog:

La Virgen de Guía en 1987




viernes, 15 de noviembre de 2024

La casa-palacio, de la calle de Cantón, en Santillana del Mar, año 1956

 


La casa-palacio de la calle de Cantón, en Santillana del Mar

Fue de Dª Leonor de la Vega y Cisneros

Hoy es conocida por “Palacio del Primer Marqués de Santillana

He leido, con extraña sorpresa, que, en Santillana del Mar, la conocida Casa-Palacio de doña Leonor de la Vega, no perteneció a esta señora ni, por tanto, se puede llamar Palacio del Marqués de Santillana, porque así lo manifiesta don Manuel Pereda de la Reguera en su reciente libro titulado “TORRELAVEGA Y SU PARTIDO – NOTICIAS HISTÓRICAS”.

Dice el señor Pereda de la Reguera que esta secular casona no pertenece al linaje de los Vega, sino que es de una familia, también oriunda de Santillana, que no tiene hoy solar conocido allí, y a los de la Vega les señala otra casa, que fue torre, llamada de la Parra -que por cierto ha sido reconstruida, recientemente, con pésimo gusto y peor arte-, en lo alto de la plaza, sin embargo, de no tener pruebas fehacientes el señor Pereda de la Reguera, pues,  las que da, todas supuestas, no pueden admitirse seriamente ni, tampoco resiste la más débil crítica un infundado escrito, como veremos más adelante.

Empieza el señor Pereda de la Reguera su relato, y dice que “existe una casona gótica en muchos de sus elementos, que más que por su valor arquitectónico, análogo al de otras construcciones de la villa, ha sido destacadamente conocida por la creencia de que fue edificada y fue residencia del primer Marqués de Santillana”.

Efectivamente, la casona es gótica, y conserva aún los elementos que la distinguen, que no fueron destruidos por la acción del tiempo u otras causas diversas hasta el año 1909, desde cuya fecha, no siempre con acierto, ha cambiado de dueño nada menos que seis veces, con la fortuna para Santillana de que haya ido a parar a las manos que hoy la tienen. Y esta casona, no es creencia, ni lo fue nunca, que la edificara don Íñigo López de Mendoza, primer Marqués de Santillana, aunque se llame “Palacio del Marqués de Santillana”, de la misma manera a como se llama la Casa-Palacio de los Peredo, “Palacio de los Marqueses de Benemejís”, o la Torre de los Barreda, en la plaza, “Torre de don Borja” (que tomó y le dieron este nombre porque el último mayorazgo de esta casa se llamó Francisco de Borja como nombre, no como apellido), o también a esta “Torre se le suele denominar de la Infanta por haberla poseído doña Paz de Borbón desde 1929 y después, su nieta, doña Mercedes de Baviera, recientemente fallecida.

¿Por qué, pues tanta extrañeza a que se llame del Marqués de Santillana esta Casa-Palacio, que construida por doña Leonor de la Vega, su madre, heredó después más tarde su hijo y sucesor don ´Iñigo López de Mendoza, primer Marqués de Santillana?

Tampoco es casona ésta análoga al de otras construcciones de la villa, pues, de esta traza y estilo, no hay ninguna en Santillana.

Nada nos prueba el señor Pereda de la Reguera con publicar una carta poder del Abad Don Domingo Fernández de Pradoluengo, en la que con fecha 14 de agosto del año de 1406 se dice: “se obligaron por firme e valedero los que ellos leyesen en el negocio yuso escrito con don Diego Hurtado de Mendoza, almirante de Castilla, e con doña Leonor, su muger, de licencia del dicho marido, sobre razón del Puerto de San Martín de la Arena (Requejada) el palacio e torre quel dicho señor almirante había fecho en el solar de la dicha yglesia de Sancta Juliana”.

Esta cita que da el señor Pereda de la Reguera, no es correcta. No puede ser, ni es esa carta poder del Abad de fecha 14 de agosto de 1406, como dice. No lo puede ser por la sencillísima razón de que el almirante de Castilla don Diego Hurtado de Mendoza había fallecido el año anterior, o sea en 1405, y, por tanto, sobraba esta carta poder del 14 de agosto de 1406.


La cita, sí, es de Don Domingo Fernández de Pradoluengo, capellán del Rey, que hizo el número treinta y uno de los Abades de la Colegiata, que el ´´ultimo contrato en que interviene fue, precisamente, el 14 de agosto de 1406, fallecido ya, como digo, el almirante don Diego Hurtado de Mendoza. Este Abad dio poder amplio y carta de presentación al canónigo de la Colegiata don Juan Pérez de San Vitores, en la ciudad de Palencia a 16 de noviembre de 1403, y dice: “ e aviendo por firme e valedero para agora e para siempre jamás, un compromiso por mi, e en mi nombre fecho, por Juan Pérez de Sanvítores, canónigo de la dicha mi iglesia, los quales se obligaron o cierta pena que yo lo avería por firme e valedero lo que ellos hicieron en el negocio juro por escrito con don Diego Hurtado de Mendoza, almirante de Castilla, e doña Leonor, su mujer de licencia del dicho su marido sobre razón del Puerto de San Martín de la Arena (1), e palacio e torre quel dicho señor almirante había hecho en el solar de la dicha eglesia de Sancta Juliana, segund que se contiene en un contrato de compromiso que en esta razón fue fecho por Juan Gómez del Portal, notario público de nuestro señor el Rey; otro sí oviendo por grata e rata la sentencia dada en el dicho negocio por el amigo árbitro tomado e escogido entre los sobre dichos (2).

Por lo que se lee en la anterior cita del Abad Pradoluengo, está claro que el terreno para edificar el “palacio e torre” se le cedió la Colegiata, y se formalizó por documento ante notario, que hubo una sentencia “dada en el dicho negocio por el amigo árbitro y que esa sentencia que aclararía muchas cosas la razón conocemos. Pero no tiene duda que estaba, relacionada con algo incumplido por doña Leonor de la Vega y su marido el almirante de Castilla, en relación con el solar o con las edificaciones ya hechas.

La Casa-Palacio de doña Leonor de la Vega, más tarde de su hijo don Ïñigo López de Mendoza, pudo ser una Torre, o tenerla adosada, que destruida hoy, pudo estar en el mismo sitio que ocupa la casa que hay anterior a la principal que fue siempre y es dependencia de la misma con marcado estilo de la época. Pudo estar esta Torre donde está la casa que sostiene una pilastra que corta la calle del Cantón, construida muy posteriormente y edificada donde hubo un paso o calle y terrenos que, como he leído en un documento antiguo, hace años, rodeaba la Casa-Palacio de doña Leonor de la Vega. Pudo, también, esta Torre, correr la misma suerte que el Palacio que debió de existir, y no existe, junto a la Torre de la Parra, que el señor Pereda de la Reguera hace solar de los Mendoza y de la Vega.

Pero no incurramos en divagaciones y supuestos, que a nada claro nos conducen y vayamos a buscar la realidad de las cosas, con hechos y, entonces, nos encontraremos con la primera prueba irrefutable siguiente: Que la Casa-Palacio de doña Leonor de la Vega y Cisneros, en la calle del Cantón, de Santillana del Mar, “el mal llamado Palacio del Marqués de Santillana” como dice el señor Pereda de la Reguera, NO PUDO NUNCA SER DEL LINAJE DE LOS POLANCO -aún en el caso improbable de que algún día pudiera probarse que no fue de los señores de la Vega-, Precisamente, por las armas que ostenta la fachada de la Casa-Palacio de la calle del Cantón, que, publicada su fotografía, atribuye, con lamentable error, a los Polanco-Vega-Herrera.

Esta Casa-Palacio de dona Leonor de la Vega y de Cisneros, el “mal llamado Palacio del Marqués de Santillana”, por el señor Pereda de la Reguera, tiene tres escudos góticos (3), divididos en cuatro cuarteles cada uno, y se ordenan de la forma siguiente:

Primero.- BANDA. La Banda va del diestro de arriba del escudo al siniestro de abajo; no tiene -y mal puede verse- una estrella en cada punta.

Segundo y tercero.- AVE MARÍA.

Cuarto.- Torre con dos calderas, una a cada lado.

El escudo de los Polanco, capilla del claustro de la Colegiata, está dividido en los cuatro cuarteles siguiente:

Primero.- BARRA, con dos estrellas, una a cada punta. La Barra va desde el siniestro de arriba del escudo al diestro de abajo; es decir, contrario a la BANDA.

Segundo.- León rampante y ocho aspas.

Tercero.- Cruz llana; y

Cuarto.- Un castillo con dos calderas, una en cada banco.

Y para demostrar cuanto queda referido, publico dos fotografías con los escudos de la Casa de doña Leonor de la Vega y el de los Polanco de la capilla del claustro de la Colegiata, en la que de manera bien notable, se puede claramente apreciar la diferencia que entre ellos existe, y que tan lamentablemente confunde el señor Pereda de la Reguera en su citado libro. Tampoco conoce bien la lista genealógica que publica de la sucesión del mayorazgo de Polanco. La verdadera es la siguiente:

Juan de Polanco, casó con Juliana González de Barreda. Fueron sus hijos Jorge y Juan González de Polanco. Este fue marido de María de los Ríos Mier y Terán, que tuvieron entre otros a:

Francisco de Polanco y de los Ríos, que casó con Mencía Fernández de Villa y Guerra, en Ibio. Tuvieron a Jorge, Catalina, Juana, María y Francisco. Fue el mayorazgo Jorge, y después su hijo, nieto y bisnieto, llamados los tres Juan (aunque el nieto se fue definitivamente de Santillana a Cabuérniga y allí continuó el mayorazgo). Después lo fue Luisa y luego Pedro Quijano, y últimamente lo fue Francisca Quijano y Bustamante, que casó con Manuel Calderón Enríquez, de la casa Calderón de Cabuérniga (4).

La cuarta hermana de Jorge, María, se casó, sí, con Juan de Barreda Bracho , señor y mayorazgo de esta casa en el barrio de Quintana, (Oreña), por lo que María no formó, ni constituyó, ni aportó ni heredó MAYORAZGO ALGUNO DE POLANCO. Seguir, pues, esta línea de Polanco como indica el señor Pereda de la Reguera en su libro, no da origen más que a la confusión y desconcierto.

El mayorazgo, no es Polanco, sino Barreda -que, por cierto, padece un lamentable error al hacer a don Blas de Barreda y Horcasitas esposo de su NUERA doña Gumersinda Mena; no nombra a su verdadera esposa doña María Larreta ni a su hijo don Joaquín, que fue el esposo de doña Gumersinda Mena-,y sin pertenecer a ninguno de los dos apellidos, por vía de mayorazgo, la Casa-Palacio de doña Leonor de la Vega y de Cisneros. Esta Casa-Palacio, como la Casa del Abad, junto a la Colegiata y el Palacio de Chamberga -hoy casi desaparecido- en las afueras de Santillana, así como otras innumerables fincas rústicas y urbanas, las adquirió la CASA DE BARREDA después de la desvinculación de bienes al suprimirse los mayorazgos y la Colegiata.


Por eso y no por otra cosa, han ido a parar a los Barreda esta Casa-Palacio de doña Leonor de la Vega y de Cisneros, más tarde de su hijo don Íñigo López de Mendoza, primer Marqués de Santillana, que, sin embargo, el señor Pereda de la Reguera es

te sucesión, quiere para los Polanco.

Unos renglones incompletos de la hemeroteca que no influyen en la finalidad del artículo y que no transcribo.

(1) Suances

(2) Privilegios, folio 44 (también incompleto)

(3) La forma gótica en uso en España siglo XIII al XVI (incompleto)

(4) M. Escagedo. Valle de Cabuérniga pgs 90 y siguientes y Solares Montañeses pgs 118 y siguientes.

Santillana del Mar, octubre de 1956

José María PÉREZ ORTIZ

DM/ Miércoles 31 de octubre de 1956


La Casa-Palacio de la calle del Cantón, de Santillana del Mar, mal llamado “Palacio del Primer Marqués de Santillana

AYER mismo llegué a Santander después de terminadas mis cortísimas vacaciones, de cinco días, que he pasado en tierras castellanas, pisando majuelos holgados y trigales recien nacidos, siguiendo los largos vuelos de las pocas perdices que han dejado en la hermosa vega que se extiende, junto a las riberas del Cea, en la linde de las provincias de León y Valladolid que he cruzado varias veces cada mañana, pendiente sólo de las aves perseguidas y del dicho popular “donde menos se piensa, salta la liebre”, que hizo posible que “colgara” algunas muestras, muy pocas, de ambos animalitos y olvidara por completo mis habituales trabajos y más, si cabe, los de investigación a los que dedico, estirando, mis horas más o menos libres. Por ello es bien cierto que me sorprendió la inesperada bienvenida que con grandes titulares me aguardaba entre las páginas de EL DIARIO MONTAÑÉS, pronta a saltar ante mi vista y a hacerme buscar un tiempo que, tras mi holganza, tenga escaso, para pergeñar estas líneas que hasta he dudado en escribir.


El artículo a que hago referencia apareció bajo el título “La Casa-Palacio de la calle del Cantón, en Santillana del Mar.- Fué de doña Leonor de la Vega y Cisneros”, y en él su autor, don José María Pérez Ortiz, ha querido triturar con acusado ensañamiento un trabajo que recientemente me ha publicado la Biblioteca José María de Pereda, de Torrelavega, pues fue dado a conocer. En conferencia pronunciada en dicha Biblioteca el pasado mes de julio, bajo el título “Torrelavega y su Partido. - Noticias Históricas”.

He leído el artículo del señor Pérez Ortiz con verdadero interés, no porque, en los cinco años que hace que elegí como mi violín de ingreso la investigación del arte o la historia regional y con una quincena de modestas obritas en la calle, sea la primera vez, aunque lo habré merecido muchas, que intentan desmenuzar, apaleando, mi trabajo, sino porque como en esas obras de misterio, deseaba -y no lo he conseguido- desentrañar el motivo que he podido dar al señor Pérez Ortiz, para que trate tal publicación con tamaña dureza y ensañamiento, pues no me parece pago adecuado, aunque hubiera equivocado -que no lo estoy- a mi gracioso interés hacia esa villa que, tanto estimo como cuna de nobleza e hidalguía, en la que fecha su artículo. He pensado incluso, aún cuando sus apellidos no me lo revelan que tuviera relación genealógica con la casa de la Vega y considerara que con tal opinión le había ocasionado algún perjuicio. En fin: no he hallado explicación a su dureza, y que como el único mérito del investigader estriba en trabajar con honradez, con pruebas ciertas y yo no invento nada paso a contestar o a aclarar punto por punto, cuanto en contra de mi trabajo expone el señor Pérez Ortiz.

Primeramente dice que ha leído con extraña sorpresa que la conocida Casa-Palacio de doña Leonor de la Vega no perteneció a esta señora “porque así lo manifiesta don Manuel Pereda de la Reguera en su reciente libro” Puede que me equivoque, pero creo sinceramente que la sorpresa extraña la recibió dicho señor no con mi publicación de última hora sino al aparecer hace cuatro años la primera edición de “la ruta turística “Santillana del Mar y Altamira”, en la que ya expuse la posibilidad de que así fuera (Santander 1954, págs 37 al 39 y 60 a 63 inclusive), aún sin razonar ni aportar las pruebas que en mi publicación he considerado suficientes para fundamentar la opinión expuesta. Y al menos no estuvo conforme con mi opinión, y así lo expuso en una conversación sostenida en el Centro de Estudios Montañeses, en una de las visitas veraniegas. En mi guía se ha repetido tal noticia, de entonces acá, en cinco ediciones consecutivas. En el mismo párrafo dice, porque eso lo manifiesta…”, cuando las pruebas que lo justifican son numerosas, y en el último de los casos debiera, con buena voluntad, decir porque así debe probarlo. También veo que califica mi publicación de libro, su título un modesto folleto, lo que le agradezco vanidosamente.


En el segundo punto, dice que afirmo que dicha Casa-Palacio “es de una familia oriunda de Santillana que no tiene hoy solar conocido allí”, ¿Es que solar es igual a casa solar o edificio?. Debo de creer que si se arruina el edificio desaparece el enclave geográfico del solar, porque en Santillana tenía su solar una rama de los Polanco, y si no me equivoco un coetáneo de doña Leonor, de dicho apellido, don Juan González de Polanco, la representaba e incluso en la iglesia colegiata ocupaba el mismo banco que los de la Vega.

Sobre las pruebas que dí para adjudicar la torre “de la parra” a los de la Vega he de decirle que en ningún lugar he pretendido hacer creer que fueron fundamentadas en documentos, pero son razonamientos que están argumentados en tema tal que para desestimarlos habría que rebatirlos uno a uno con opuestas razones.

En el tercer punto, me copia: “Existe una casona gótica en muchos de sus elementos, que más que por su valor arquitectónico, análogo al de otras construcciones de la villa, ha sido destacadamente conocida por la creencia de que fue edificada y fue residencia del primer Marqués de Santillana”. El señor Pérez Ortiz replica diciendo “Tampoco es casona ésta análoga al de otros construcciones de la villa, pues, de esta traza y estilo no hay ninguna en Santillana”. ¿Dónde dije que con la misma traza existiera otra? ¿No hay ningún otro edificio de estilo gótico en Santillana? Sobre esto creo que dijo valor, no estilo.

El que a dicha casa se le llame Palacio del Marqués de Santillana, como a la Torre de los Barreda Torre de don Borja, ni me va ni me viene para las pruebas presentadas ni el que la gente crea que lo construyó ´´el o su madre, cuando lo que se intenta probar es que no fue ninguno de los dos.

Sobre su cuarto punto, no hace más que aclarar una errata de imprenta que no altera el documento y que su aclaración me es favorable. Y el señor Pérez Ortiz conoce sin dar tanta explicación que el documento añadido, con la errata por el encabezamiento, podía comprobarlo puesto que en la misma página en que aparece, hay una cita que dice: “de donde ha sido parcialmente transcrito”. No habrá necesidad de decir que no puede ser, ni es esa carta porque en tal fecha ya había fallecido el almirante. Bastaba decir errata o cita mal tomada, en vez de 1406 es 1403, puesto que la cita es exacta y correcta en su llamada. “Mateo Escagedo Salmón. Colección Diplomática III, pgs 79 y siguientes”, ya que se trata de un documento que no hizo más que copiar.

Al punto siguiente, dice el señor Pérez Ortiz que pudo ser que la “Torre del palacio de la calle del Cantón desapareciera, etc.,etc. ¿Qué valor probatorio tienen estas suposiciones al azar? Como prueba de afianzamiento dice también: “Pudo también esta Torre correr la misma suerte que el Palacio que debió de existir y no existe junto a la Torre de la Parra, , que el señor Pereda hace solar de los Mendoza y de la Vega”. Ante esto confieso que me duele que las personas interesadas en estos temas, que no dan más que rompederos de cabeza, no se detengan siquiera a leer con detenimiento lo expuesto. ¿Quién ha dicho que tuviera que existir un Palacio, cuando lo que hemos argumentado es que se trataba de un palacio-torre en un solo inmueble aún existente?

A continuación dice:

“Pero no incurramos en divagaciones y supuestos, que a nada claro nos conducen y vayamos a buscar la realidad de las cosas con hechos y, entonces, nos encontraremos con la primera prueba irrefutable siguiente Que la Casa-Palacio de doña Leonor de la Vega y Cisneros, en la calle del Cantón, en Santillana del Mar el “mal llamado Palacio del Marqués de Santillana, como dice el señor Pereda de la Reguera, NO PUDO NUNCA SER DEL LINAJE DE LOS POLANCO -aún en el caso improbable de que algún día pudiera probarse que no fue de los señores de la Vega-, Precisamente, que las armas que ostenta la fachada de la Casa-Palacio de la calle del Cantón, que publicada su fotografía atribuye, con lamentable error a los Polanco-Vega-Herrera”.

A continuación dice que los escudos divididos en cuatro cuarteles cada uno se componen en la forma siguiente:

“Primero.- BANDA. La Banda va del diestro de arriba del escudo al siniestro de abajo, no tiene -y mal puede verse- una estrella en cada punto”.

He aquí el cuartel en cuya composición no estamos de acuerdo. La banda que le cruza como dice no es la que corresponde a los Mendoza ya que no está fileteada como corresponde a la que lleva tal apellido (que es fileteada de oro sobre sinople) y, además lleva estrellas encabezándola, o sea es la de los Polanco.

Ahora, para refutar esta primera prueba irrefutable digo que no solamente recuerdo haber visto  las estrellas, que si en los últimos años no han sido desgastadas por los agentes atmosféricos etcétera, aún pueden verse sino que para demostración, por si hoy no se conservaran suficientemente, publicamos una fotografía de dicho escudo que en la obra “Santillana del Mar – Romántica y caballeresca”, de don Manuel de Asúa, publicó el Marqués de Aledo (pág. 84, figura 49), en 1934, en la que se aprecian las estrellas perfectamente. Creo que queda bien aclarado, a no ser que el Marqués de Aledo preparara la fotografía con vistas a facilitarme esta prueba.

A continuación dice, hablando del escudo de los Polanco, que se compone:

“Primero.- BARRA, con dos estrellas, una a cada punta. La Barra va desde el siniestro de arriba del escudo al distro de abajo, es decir, contrario a la BANDA.

Segundo.- León rampante y ocho aspas.

Tercero.- Cruz llana; y

Cuarto.- Un castillo con dos calderas, una en cada flanco”.

Y continúa:

“Y para demostrar cuanto queda referido, publico dos fotografías con los escudos de la Casa de doña Leonor de la Vega y el de los Polanco de la capilla del claustro de la Colegiata, en las que de manera bien notable, se pueden claramente apreciar la diferencia que entre ellos existe, y que tan lamentablemente confunde el señor Pereda de la Reguera en su citado libro”


No publica dichas fotografías, sino dibujos, que no es lo mismo.

En primer lugar, hemos de decir que de Polanco no es más que el primer cuartel, ya que los otros, si menos el segundo y cuarto son de otros apellidos, por lo que comparar un escudo con otro sería ridículo, y no soy yo quien lamentablemente lo confunde, ni los he comparado en ningún lugar de mi obra.

Debo aclarar al señor Pérez Ortiz que pese a tener el escudo de los Polanco barra en vez de banda, según se acredita en multitud de certificaciones de nobleza de dicho apellido.

El que en el de la Vega la banda, esté cruzada desde el lado diestro de arriba del escudo al siniestro de abajo y en los de Polanco al contrario, nada demuestra, pues los maestros canteros equivocaban a veces la posición al hacer las labras, prueba evidente -que no admite réplica- es que en el mismo claustro de la Colegiata de Santillana existe un escudo precisamente de los de la Vega con la barra en sentido contrario al que lleva en los escudos del Palacio de la calle del Cantón, y para que no exista la menor duda de que se trata de tal escudo sobre él está labrado el apellido “Vega”. ¿Basta esta prueba?

A continuación, acusa otra inocente errata de imprenta que en nada altera las pruebas presentadas. La lista verdadera es la que hemos publicado, subsanada la errata de imprenta, que es la siguiente: donde citamos a Blas María de Barreda y Horcasitas (falta decir: casado con María de la Concepción Larreta Aguirre; hijo Joaquín de Barreda y Larreta), casado con. . La lista de descendientes de éstos es correcta y la de los numerosos ascendientes también.

Por último, dice el señor Pérez Ortiz que dicha casa no pertenecía a ninguno de dichos apellidos por vía de mayorazgo y que, como otras fincas rústicas y urbanas, las adquirió la Casa de

Barreda después de la desvinculación de bienes.

Podemos afirmar que el último mayorazgo de Barreda (Casa de Benemejís) poseía un mayorazgo de Polanco y que no sabemos a que desvinculación se refiere, pues podemos probar que dicha Casa-Palacio, según reza en un artículo publicado por el señor González Camino y Aguirre en la revista “Altamira” (número 2 de agosto de 1934, pág. 143, titulado “Santillana en el año 1753”, en dicha fecha era propiedad de don Pedro Antonio de Barreda Bracho (nació en 1707, murió 13-2-1770), el cual era descendiente directo de don Francisco de Polanco y ascendiente de doña María de Barreda y Fuentes, y que es el propietario que en nuestra cita genealógica citamos en la oportuna fecha.

De las demás pruebas y numerosos razonamientos presentados por mí en el modesto trabajo,nada dice, así como de los lamentables errores históricos que contiene el libro. Creo que por mi parte queda respondido cuanto al blasón y al mayorazgo se refiere y punto por punto a todo el artículo, y pongo mi punto final, ya que si alguna aclaración más fuera precisa ruego al señor Pérez Ortiz que me la haga directamente al Centro de estudios Montañeses, pues el tiempo, lamentablemente corto de que dispongo no me permitirá volver a perderle pergeñando un artículo como éste que he hecho a vuela pluma en la misma oficina de redacción de EL DIARIO MONTAÑÉS. Y va a la caja sin releer siquiera.

Sepa el señor Pérez Ortiz, que, pese a su dureza de trato, queda siempre a su disposición atentamente.

Manuel PEREDA DE LA REGUERA

Santander, 1 noviembre 1956.

DM/ Sábado 3 de noviembre de 1956





domingo, 13 de octubre de 2024

Los limones de Novales, año 1963

 

La cosecha de limones en Novales ha sufrido graves pérdidas debido a las nevadas y subsiguientes heladas de estos días. En nuestra fotografía, don Pedro Duplá, perito agrícola del Estado, examinaba el fruto perdido en el árbol, junto con uno de los propietarios de los limoneros don Crisóforo Abril.- Foto ARAUNA (hijo)

Los limones de Novales


Casi el 30 por 100 de la cosecha anual, perdida este año


La nieve y las heladas han destruido el fruto que se hallaba en los árboles


Los 5.000 limoneros que existen en el pueblo, producen unos ingresos anuales de millón y medio de pts.


Con ocho flores de enero a diciembre, habrá que esperar al mes que viene para contrastar los daños y ver si estos han afectado también a los árboles


Por Julio PÓO SAN ROMÁN

    Mala salida y entrada de año la que ha tenido esta vez Novales. Las copiosas nevadas con que despidió 1962 e inició su vida 1963, unidas a las heladas subsiguientes, echaron a perder toda la cosecha de limones que permanecía en los árboles a la espera de su sazón total, como fruto ideal y básico de la economía de aquel pueblo.

    La jugada realizada, pues, por los elementos de la Naturaleza, ya que puede afirmarse sin temor a equivocación alguna, que en todas las huertas del pueblo existen limoneros que, durante todo el año, proporcionan cosecha ubérrima de este fruto jugoso y ácido. Y saneados ingresos por añadidura, claro.


MÁS DE CINCO MIL LIMONEROS


    Novales, esto ya es sabido, es célebre por sus limones. Por lo mismo, su principal riqueza son los limoneros, de los que en el pueblo existen más de cinco mil árboles.

    La cifra pudiera pasar un tanto inadvertido más no así si tenemos en cuenta la reducida extensión de terreno del Municipio, el número de familiares que le habitan y las huertas dedicadas a su explotación, en realidad todas las del pueblo.

    Ahora bien, si por término medio, en año de buena cosecha, proporciona cada uno de estos cinco mil árboles, unos trescientos limones -los hay de más y los hay de menos, naturalmente- con una simple operación aritmética podrán ustedes apreciar, la cantidad de ese fruto que allí se recoge. Y una observación importante: la recogida es continua, constante, durante todo el año, porque el árbol, generoso, está dando nada menos que ocho flores anuales, desde enero a diciembre.


TONELADAS DE LIMONES DURANTE TODO EL AÑO

    El pueblo, por tanto, vive principalmente de esta actividad agrícola. Los célebres limones de Novales se expenden no sólo a Santander, sino también a Bilbao, Asturias, Madrid y buena parte de las provincias castellanas. Cada determinado período de tiempo, los camiones llegan a la plaza del pueblo y van cargando los sacos en que los vecinos meten la cosecha propia conseguida en su huerto o huertas familiares.

    Toneladas de limones salen así, desde este auténtico jardín enclavado en el mismo corazón de la Montaña, con destino a otras regiones, lo mismo que idéntico fruto en camiones similares salen de las tierras calientes del Mediterráneo español también durante todo el año. Similitud de cosechas en desigualdad notoria de clima. ¿A qué se deberá este fenómeno?


NOVALES, JARDÍN MEDITERRÁNEO

    Los factores que influyen en ello, es decir, en que Novales dé el ejemplo único en todo el Norte de España de esta plantación masiva de limoneros, pueden ser -nosotros no somos técnicos en la materia- en primer lugar la existencia en su subsuelo de mineral de zinc, el cual contribuye en la buena vida de los agrios.

    Este factor, con ser, al parecer, determinante, no lo es en su totalidad. Otro hay, muy interesante también, cual es el de la adecuada protección de los árboles, medida ésta qué en Novales se lleva a efecto con sumo mimo y durante todo el año, con lo cual se pueden conseguir unas cosechas de excepción.

    Y, finalmente, la situación del pueblo. Resguardado de los vientos por la serie de altozanos que le circundan – “La Peñía”, “Cildá”, “Los Castros” y “La Rasa”-, esa protección es mucho más efectiva además, mucho más íntima e individual, por medio de los numerosos árboles de laurel que rodean a todos y cada uno de los huertos, de las fincas en que están plantados estos limoneros, puesto que así les preservan de temporales de viento principalmente, con lo que se consigue primero mantener la flor, y, después, el fruto sazonado y listo para la venta.


SE HA PERDIDO MÁS DEL 20 POR 100 DE COSECHA ANUAL

    Claro que, cuando se desatan los elementos de la naturaleza, como, por desgracia días atrás ha ocurrido, ninguna protección sirve para preservar flores y frutos. Porque con las nevadas caídas y las heladas producidas inmediatamente después, sin dar tiempo a licuarse la nieve posada sobre los árboles y frutos, los limones se han podrido en su totalidad. Al menos, y ya es bastante, los que aún estaban “haciéndose” en los limoneros, (Cosa curiosa que nosotros hemos observado también: los naranjos, por el contrario, no han sido dañados).

    ¿Que a cuanto ascienden las pérdidas? Esto, de momento es muy difícil de calcular. En principio, dejemos sentado como base que toda la cosecha de 1962 está a salvo, y la dañada comprende la correspondiente a la primera recogida de 1963. Es decir, aproximadamente entre un 20 y un 30 por 100 del total. Pero, ¿es esto todo? Parece ser -técnicos agrícolas del estado han estado examinando ayer mismo los daños-, que los árboles no presentaron mayormente signos de deterioro, mas para confirmar la noticia habrá que esperar un mes más y observar si éstos dan nuevamente flor.

    Si, por desgracia, las nevadas y heladas han afectado también a los árboles, los destrozos serán muy sensibles y, desde luego, se dejarán sentir en la economía del pueblo, ya que éste saca, de la cosecha de limones anual, en conjunto, alrededor del millón y medio de pesetas.

    En resumen, que la cosecha de limones de primavera se ha perdido, y habrá que aguardar a la inmediata para ver si los daños han sido tan graves y decisivos como en principio se temió. Dios quiera que haya sido todo, aparte las pérdidas reseñadas, una falsa alarma, y que para este verano podamos degustar nuevamente estos limones tan distintos de los de la región levantina por su piel más gruesa y su jugo más fuerte, más ácido, que hace sea codiciado sobre todo para la repostería, y que constituyen una de las principales fuentes de ingresos de este laborioso pueblo de la Montaña, que es Novales.

DM/ Domingo 13 de enero de 1963


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jueves, 10 de octubre de 2024

¡ Mira, papá, ahí, ahí, hay unos toros !, año 1879

 


Así descubrió la niña María Sanz de Sautuola las pinturas de Altamira


Este año de 1979 se cumple el primer centenario del descubrimiento para la humanidad de las mundialmente famosas pinturas en las Cuevas de Altamira.

    Efemérides es ésta que hay que señalar como uno de los hechos más trascendentes en la historia del arte ya que estos dibujos, estas pinturas rupestres que el hombre primitivo trazó sobre una roca de aquellas cuevas donde vivía hace 15.000 años, por el interés científico que atesoran se les ha denominado como la “Capilla Sixtina del Arte Rupestre en el mundo”


Descubiertas en 1868

    Sabido es cómo anteriormente, en 1868, un cazador descubrió casualmente estas cuevas persiguiendo a un zorro que se había escondido entre unos matorrales y penetrando en una oquedad.

    Esperó pacientemente el cazador a que saliese el perro, cuando se sorprendió, en esta espera, de los aullidos que lanzaba su propio can al quedar atrapado en unas grietas. El hombre apartó como pudo aquellas piedras para sacar de allí a su perro, y fue entonces cuando quedó al descubierto la entrada de una gruta, hecho al cual no concedió mayor importancia.

    Sin embargo, este fue el origen del descubrimiento de lo que más tarde serían las mundialmente famosas Cuevas de Altamira, con su fabuloso conjunto de pinturas sin igual en el mundo

.

Siete años más tarde ...

    Pero para que todo esto llegase, es decir, para que una vez descubiertas las oquedades que daban acceso a las cavernas se llegase a investigar cuanto atesoraban dentro de sí, tuvieron que pasar aún siete largos años, hasta que don Marcelino Sanz de Sautuola, un hidalgo montañés encariñado con la investigación, decidió comprobar si existía algún motivo interesante dentro de aquellas cuevas abandonadas …

    En sus primeras visitas, don Marcelino excavó la primera de las salas, poniendo al descubierto una serie de hallazgos importantísimos del hombre primitivo. Es más, incluso vio unas pinturas en el fondo de la galería, pero que no eran las que existían celosamente guardadas por el tiempo, en el techo de la gran sala, y que hoy son tan famosas como únicas.


¡Mira, papá, ahí hay unos toros …!

    Las investigaciones del hidalgo montañés continuaron, y en 1.879 -es decir, ahora hace los cien años justos-, acompañado de su hija María, que con sus 8 años de edad se había convertido en su eficaz colaboradora, fue cuando tuvo lugar el feliz hallazgo de las célebres pinturas.

    La niña, en uno de aquellos momentos junto a su padre que investigaba, con toda su candidez y mientras le ayudaba a recoger algún hallazgo, exclamó en un momento mirando hacia el techo de la cueva. -¡Mira, papá, ahi, ahi, hay unos toros…!

    Aquella llamada de la niña había servido para descorrer unos velos de más de 15.000 años de historia, porque a partir de aquel mismo momento, Altamira quedó clavada como un hito señero en el conocimiento de la vida de la humanidad


Ahora, el centenario de las pinturas

    Así, pues, concretamente este año de 1979 es cuando se cumple el primer centenario del descubrimiento de las famosas pinturas de las cuevas de Altamira, las pinturas rupestres únicas en todo el mundo, fecha crucial en la historia del arte, repetimos, que suponemos se conmemorará con diversos e importantes actos, no sólo a nivel provincial, sino también nacional e incluso internacional, puesto que las cuevas de Altamira y sus excepcionales pinturas constituyen un auténtico patrimonio de la humanidad.

Julio PÓO SAN ROMÁN

DM/ Martes, 20 de marzo de 1979


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miércoles, 9 de octubre de 2024

Carretera Santillana-Comillas, año 1994

 

La ceremonia de inauguración se celebró al lado del nuevo puente del cruce de Novales

Hormaechea inauguró ayer la carretera que une Santillana y Comillas, iniciada hace ocho años


El tramo, notablemente mejorado, tiene una longitud de 12,6 km. Y la inversión es de 1.250 millones, quedando por pagar algunas expropiaciones y remates

ARMINIO

DM/OREÑA

    El presidente regional, Juan Hormaechea, inauguró ayer el tramo de carretera Santillana-Comillas, obra iniciada hace más de ocho años y que ha supuesto una inversión total de 1.250 millones de pesetas.

    El acto tuvo lugar en el paso elevado construido a la altura de Oreña (Alfoz de Lloredo) y asistieron unas doscientas personas. Hormaechea estuvo acompañado por los consejeros Ruiz, Solaeta,Cortázar y Madariaga y los alcaldes de Santillana del Mar, Jesús Andrés Cuevas; Alfoz de Lloredo, Antonio Diaz; Reocín, José Manuel Becerril y Comillas, Pablo García.

    El trazado, de 12,6 kilómetros, ha sido notablemente mejorado y supone un avance considerable en las comunicaciones por carretera en esta zona, tradicionalmente abandonada en este aspecto. Este tramo enlaza con otros que también han sido renovados, caso de Suances-Viveda, Santillana-Barreda y Santillana-Puente San Miguel.


Plataforma de diez metros

    El trayecto Santander-Comillas se puede realizar ahora en unos 45 minutos y desde Torrelavega, apenas se llega a la media hora, algo impensable no hace mucho tiempo. La plataforma ha pasado de tener 6 metros a 10, con arcenes de 1,5 metros y un tercer carril para vehículos lentos en rampas superiores al 5%.

    Se han realizado obras de drenaje en las zonas urbanas y construido pasos elevados a la altura del colegio de Cóbreces, en Liandres y el citado de Oreña. Éste último ha supuesto una inversión de 77 millones y ha permitido suprimir el peligroso acceso a Novales y Caborredondo que había quedado en un cambio de rasante. Los vecinos llegaron a adoptar medidas de presión para que fuera realizada esta obra.

    En total, se movieron 190.000 metros cúbicos de tierra en excavaciones, 216.000 en terraplenes, se han instalado 2.475 metros cuadrados de acera, 3.204 de barreras de seguridad y 32.000 de marca vial. Al proyecto inicial hubo que añadir el tramo Santillana-Oreña, de 2,4 kilómetros, siendo necesaria la realización de taludes de 15 metros de altura en El Bosco. Otro “añadido” ha sido el paseo construido entre el camping y el cruce de Santillana del Mar.

    La mejora de esta carretera fue iniciada durante el mandato de Díaz de Entresotos (1983-1987), concretamente entre Cóbreces y Tramalón, un tramo especialmente dificultoso. Posteriormente en 1988, la Diputación Regional acometió el resto de la obra , que estuvo parada durante más de dos años por falta de dinero. Aún hoy restan por pagar algunas expropiaciones “las del municipio de Ruiloba se pagaron durante el Gobierno de Gestión”. Los afectados han mostrado su malestar a lo largo de estos años, amenazando incluso con medidas de fuerza.

    También quedan pendientes algunos remates (alumbrados, muros, etc), lo que está originando, igualmente, inquietud entre los vecinos.

    Actualmente se está redactando el proyecto para mejorar el tramo Puente San Miguel-Novales-Tramalón que se encuentra en pésimo estado.

DM/ Sábado, 27 de agosto de 1994


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martes, 8 de octubre de 2024

P.B. Calderón, año 1994


 Peña Bolística Calderón, año 1994

    En la Liga de primera categoría Torneo Diputación, la P.B. Calderón se clasificó en 13º lugar con 17 puntos.

    En la Liga de Segunda Categoría Grupo 4º Torneo Presidente, la P.B. Castillo se clasificó en 9º lugar con 21 puntos.

(De la Memoria de la Federación Cántabra de Bolos, año 1994)


Publicado en EL DIARIO MONTAÑÉS en fechas correlativas, lo más destacado:


Bolística Torrelavega perdió un punto en Oreña y hace líder a Hotel Chiqui Climapás

ORTIZ TERCILLA

DM/ SANTANDER

    Cuando, como señalábamos ayer, los equipos de Borbolla Cambronero de Noja y Puertas Roper de Maliaño comparten los honores del liderato de la Liga Nacional, igualados a puntos y con dos sobre Construcciones Rotella, en el Torneo Diputación (primera) el “pinchazo” sufrido por Bolística Torrelavega Saunier Duval, en Oreña, ante la Peña Calderón, pone en el primer puesto, ahora en solitario, pero con un solo punto de ventaja, al joven conjunto de Hotel Chiqui Climaplás, que se impuso a Calixto García en “El Paraíso del Pas”.

    El tercer puesto sigue en poder de Velo J.B. Autotrailers, a tres puntos del lider y, tras los de Puente Arce, tenemos a Calderón (Oreña) y Abelardo Ruiz (Santoña), con 10 puntos.

    La lucha y la emoción se mantienen en esta categoría, en un año de transición, donde debido a la reducción del número de equipos en los grupos de liga previsto para la próxima temporada pudieran hacer “caer”a algunos equipos un tanto cualificados.

DM/ Martes, 10 de mayo de 1944


Roberto García se impuso en Oruña ganando el torneo patrocinado por “Construcciones Cenavi”

    Roberto García, se impuso en la bolera “El Paraiso del Pas”, de Oruña, y ganó el concurso “Construcciones Cenavi”, en una apacible tarde, pero con un espectáculo excesivamente largo, puesto que se inició a las 3,30 de la tarde, para concluir a las 10,10 de la tarde.

    Arbitraron los señores López García y Fernández Salas, con una bolera en óptimas condiciones para jugar, iniciándose el juego con la disputa del previsto desempate entre cuatro jugadores, para que los dos mejores entrasen a formar parte del “cartel” de finalistas. En esta tirada, a medio concurso, lograron pasar Rubén Haya con 63 bolos y Gerardo Cueto 59, quedando fuera “Lin” Gómez, 56 y Lavín 55 bolos.

    Puestas así las cosas, la tirada de cuartos de final proporcionó “luz verde” hacia la ronda de semifinal a Castanedo, 133 y Roberto 132 bolos, mientras que para acceder a los otros dos puestos, desempataron Ingelmo, Cueto y Agustín, quedando fuera éste último, que sería por lo tanto, quinto clasificándose seguidamente, “Tete” Rodríguez, 118; Benito, 117 y Rubén, 116 bolos.

    Este fue el concurso de los desempates puesto que, en la semifinal Roberto se hizo líder, pasando a la final, con 255, al lograr 123 en esta ronda, mientras que Cueto, con 99, sumaba 222 bolos, que sólo le darían el cuarto lugar, al ser superado por Ingelmo y Castanedo, que hacían un recuento de 254 bolos viéndose obligados a desempatar.

    El desempate no se resolvió en las cuatro manos previstas, puesto que nuevamente igualaron y hubo que hacer un segundo desempate (a dos tiradas), donde se impuso Castanedo, que pasó a disputar la final frente a Roberto, dejando a Ingelmo en tercer lugar.

    Ventaja inicial de un bolo para el de Oreña y dominio de Castanedo hasta la sexta mano, llegando a tener ventaja de 8 bolos en la quinta tirada, para perder la ventaja y en la séptima presentarse Roberto con tres bolos arriba. Castanedo hizo 16 en la última tirada mandando a 13 bolos. Roberto falló las dos primeras bolas (1 bolo) y tiró a “dejar” la tercera, con la que subió 3 bolos dejando la bola de “siega”. Necesitaba 9 para ganar el concurso y birló 5, 5 y 4, con lo que reunía 133 bolos, que sumados a los anteriores registros totalizaba 388 bolos, en tanto que Castanedo, con 128 en el epílogo sumaba 382 bolos.

    En definitiva, la cuarta edición del concurso “Construcciones Cenavi”, puede estimarse interesante, pero muy larga la programación, agravada, aún más, por los empates sobrevenidos en el transcurso de las eliminatorias.

    Al final, Manolo Mora, Manolo Leal y directivos de la Peña Hotel Chiqui Climaplás, organizadora del certamen realizaron la entrega de premios.

DM/ Domingo, 12 de junio de 1994


Salmón superó a Roberto en Comillas y ganó la final del “II Trofeo Villa de Comillas”

    Jesús Salmón se adjudicó en la bolera “Los Tilares”, de Comillas, el “II Trofeo Villa de Comillas”, competición organizada por la Peña Bolística Comillas, con el patrocinio del Ayuntamiento de Comillas.

    Arbitrados por el señor Pando, se realizaron las tiradas, sin tener que realizar, previamente, el desempate previsto, puesto que, al faltar a la cita, Carlos Laherrán, quedaban clasificados los otros dos jugadores, que iniciarían las tiradas, en las que, los registros logrados fueron: Salmón, 128; Emilio Antonio (hijo) 127 y Roberto García, 125, que pasarían a jugar la final tripartita, quedando clasificados seguidamente: Alfonso, 123; Florentino, 115; Domínguez, 114; David Ibáñez, 114 y Manolín Fernández, 96 bolos.

    Seguidamente se jugaría una final tripartita, un tanto inédita en su diseño ya que, tras jugar a estilo de concurso, los dos jugadores que más bolos lograron disputaron a juego libre el triunfo, que sería para el primero en lograr tres puntos.

    En esta final, igualaron a 134 bolos, Salmón y Roberto, en tanto que Emilio Antonio se quedaba en 125 bolos, para el tercer puesto.

    Con reparto de los dos puntos del concurso (una para cada uno), Salmón y Roberto afrontaron la fase de “juego libre”, en el que Salmón ganaba el primer parcial de dos tiradas y seguidamente el siguiente, también de dos tiradas, alzándose con el triunfo por el tanteo de 3-1.

    El alcalde de Comillas, Pablo García Suárez, hizo entrega de los premios, con el presidente de la Peña Comillas, José Manuel Fernández Santos.

DM/ Viernes, 1 de julio de 1994


Rubén Rodríguez campeón de segunda, Ramón Alfonso González 3º

    También se jugó ayer en la bolera “San Jorge”, de Vispieres, el Campeonato Regional de segunda categoría, en el que se impuso el joven jugador Rubén Rodríguez (Tete III) jugador de la Peña Nueva Ciudad Susanor, que superó en la final, al también juvenil Óscar Cianca.

    En la doble tirada realizada en Vispieres y Santillana, quedaron eiminados: Barquín, 221; Blázquez, 218; Juanjo Ruiz, 215; José Manuel González, 213; Juan Carlos Rodríguez, 213; Agustín Penagos, 210; José A. García, 203 y Francisco M. Salmón, 200 bolos.

    Tras las tiradas de la tarde se colocaron en semifinal: Óscar Cianca con 368; Rubén Rodríguez, 262; Ramón Alfonso González, 262 y Vístor López, 355 bolos, quedando clasificados a continuación: Alfredo Aja, 347; Javier Suárez, 340; Francisco M. del Campo, 334 y José L. Pandal, 327 bolos.

    En Semifinal, Víctor y Ramón no apretaron a los chavales, al anotar respectivamente, 106 y 109, con los que hacían 461 y 471 para el cuarto y tercer lugar, mientras que pasaban al epílogo Rubén Rodríguez con 480 y Óscar Cianca con 475 bolos. La final fue pobre de juego, ya que los chavales quedaron un tanto “agarrotados” por la presión del campeonato. Óscar perdió una bola en la “caldera” y Rubén dos, Rubén fue aguantando la ventaja, aumentándola al final en dos bolos, tras anotar 108 y totalizar 588, contra los 106 que lograba Óscar, sumando 585 bolos.

    Así Rodríguez III, de Villanueva, se proclamó campeón regional de segunda categoría, siguiendo los pasos de su padre, que lo ganó a su edad. El campeonato fue juzgado por los árbitros señores Molleda y Valeriano Fernández

DM/ Lunes, 4 de julio de 1994


Rubén Rodríguez campeón nacional de segunda 

4º Ramón Alfonso

ORTIZ TERCILLA

DM/ SANTANDER

    Se confirmó el pronóstico y ayer, en Sobarzo, otro Rodríguez (Rubén), se proclamó campeón de España de segunda, haciendo “doblete”, toda vez que, también ganó este año el campeonato de segunda a nivel regional. Ayer,en Sobarzo las primeras vueltas mostraron algunas alternativas en el mando del campeonato para que, al final se impusiera la tranquilidad y diríamos que también la regularidad de Rubén Rodríguez, que fue uno de los cuatro jugadores que se metieron en la ronda semifinal y pasó posteriormente al epílogo y superar en el mismo, con facilidad a un servicioso Alfredo Aja, que se hundió materialmente en la última vuelta del campeonato, tras haber dejado fuera al “andaluz”, de Roiz, de la saga de los García, Alejandro García, nieto del patriarca de Valdáliga e inolvidable Calixto García e hijo de José Manuel, avecindado desde hace muchos años en Puerto de Santa María y al también increíblemente desdibujado Ramón Alfonso González, que en semifinal perdió el “billete” para la final, al quedarse en 95 bolos.

    Rubén Rodríguez, anotó sucesivamente para ganar este campeonato nacional: 119, 136, 114, 126 y 123, con los que su total fue de 618 bolos, mientras que Alfredo Aja lograba las siguientes notas: 123, 126, 122, 121 y 97, sumando 589 bolos (29 menos que Rubén.

    El tercer puesto fue para Alejandro García con 471 bolos, con parciales de 108, 128, 130 y 105 y el cuarto para Ramón Alfonso González, con 468 y notas de 121, 123, 129 y 95 bolos.

    Se clasificaron seguidamente: Víctor M. López, 359; Óscar Cianca, 348; Javier Rodríguez, 343; José Luis Pandal, 334; Francisco M. Salmón, 224; Francisco M. del Campo, 220; Agustín Penagos, 220; F.J. Barquín, 218; “Juanjo” Ruiz, 218; Ramón García, 212;. Juan Carlos Rodríguez, 200; Francisco Javier Blázquez, 199; José M. González, 98; José María Gutiérrez B., 97; José María Gutiérrez G., 94; Javier Suárez, 93; Ángel Junco, 92; José A. García, 92; Agustín Mulet, 80 y Jesús Portilla, 68 bolos.

    Arbitraron los señores Zubizarreta y Cobo y al final, con el protocolo acostumbrado se procedió al medalleo y entrerga de trofeos, acto realizado por los señores Riancho Palazuelos, Martínez Pelayo, Sáinz Gutiérrez, López y Díez.

DM/ lunes, 15 de agosto de 1994


En una final sin precedentes Raúl-Roberto se proclamaron ayer campeones por parejas


Los integrantes de la Peña Pontejos Almacenes Dinamarca, superaron en la última tirada del campeonato a los “rotellas” Agustín y Salmón

ORTIZ TERCILLA, DM/ SANTANDER

    Tras una final sin precedentes, aunque esto parezca una frase hecha, Raúl de Juana y Roberto García, de la Peña Pontejos Almacenes Dinamarca, se proclamaron ayer en el estadio bolístico de “El Verdoso” nuevos campeones regionales por parejas de primera categoría, “rompiendo” la hegemonía que, en esta modalidad de pares, venían sosteniendo los “rotellas” Ingelmo-Rodríguez, campeones en los cuatro últimos años y que, esta vez, fueron terceros.

    Si todo el desarrollo técnico del campeonato puede calificarse de notable, la final fue, sobresaliente o quizás mejor, matrícula de honor. Una final sensacional de la que es posible se hable mucho tiempo.

    En las tiradas matinales acumulativas a las registradas el día anterior, Raúl-Roberto y Salmón-Agustín, mantuvieron su particular contienda y con 255 y con 253, con una corta de cinta de Salmón, se mantenían en los primeros puestos con 790 y 785 bolos. Cinco arriba para los de Pontejos y 35 y 30 sobre Ingelmo-”Tete” Rodríguez que veían alejarse la posibilidad de revalidar el título una vez más, aunque entraban por el momento en la semifinal, con 755 bolos, completando la “plantilla” de semifinalistas Alfonso-Rubén Haya, de Puertas Roper, con un recuento de 748 bolos.

    Quedaron fuera, “con salud para el año que viene”: Domínguez-Lavín (Borbolla Cambronero) con 719 bolos y Marcos-Trápaga (La Cavada) con 690 bolos.

    Por la tarde, con notable asistencia de aficionados, en las amplias gradas de La Carmencita, “Tete”-Ingelmo, lograban 269 y su cuenta se ponía en 1.024 bolos y … a esperar acontecimientos. Unos acontecimientos que hicieron que los “roper” Alfonso-Rubén, con 236, se quedaran en un total de 984, que sólo les darían el cuarto lugar, mientras que los campeones eran superados por sus compañeros de equipo Salmón-Agustín, que con 260 totalizaban 1.045 bolos y por Raúl-Roberto que con 241 reunían 1.031 bolos, 14 menos que los “rotellas”.

Inolvidable final

    La final, repetimos, fue de las que hacen afición, por el juego, por la tensión, por los nervios, por la emoción y por la incertidumbre, toda vez que no se decidió hasta la última tirada.

    Comenzaron mandando los “rotellas”, llegando a tener una ventaja neta de 24 palos, en la tercera mano del epílogo, para bajar a 16 a medio concurso, en el que los pontejanos anotaban 140 y los de Rotella 142. La quinta mano, Agustín-Salmón aumentaron su ventaja a 22 y en la sexta embocó Raúl, después de haber escuadrado la primera bola, registrando 47 y bajando la desventaja a tan sólo 9 bolos, Las cosas estaban calientes y en la séptima, otro emboque de Raúl causaba el delirio de los aficionados, que aplaudieron frenéticamente, con toda razón y se pusieron a cero, llegando a la última mano igualados a todo. En la última tirada los “verdes” de Pontejos anotaban 33 bolos, mandando a ganar a 34, cifra a la que no llegaron Agustín-Salmón, al hacer 25 bolos. En definitiva Raúl-Roberto anotaron un registro de 296 bolos, que unidos a los anteriores, lograban un total de 1.324 bolos, en tanto que Salmón y Agustín, con 274 en la final, sumaban 1.319 bolos.

    Arbitraron, sin mayores problemas, ni se les crearon), los señores Fernández Salas (Augusto) y Tezanos (Dámaso) y tras la final, se procedió al acto de entrega de premios que corrió a cargo, tras el protocolo.

DM, 7 de agosto de 1994


Roberto ganó en Puente Arce

    En la bolera de la Peña Mali de Puente Arce, se jugó el torneo de ases, que complementó el “Mwmorial Rafa Sáiz” , de categorías menores, de cuyos resultados nos ocuparemos mañana. En la tirada previa anotaron: Roberto, 122; Pinta, 118; Ortiz, 117; Villalba, 115 y Antonio Sáiz, 108 bolos. Seguidamente jugaron la final en la que se impuso Roberto con 123 bolos contra los 119 de Raúl.

DM/ Miércoles, 17 de agosto de 1994


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domingo, 29 de septiembre de 2024

Arqueta de Santa Juliana, año 1987

Tras la restauración la arqueta ha recobrado sus elementos góticos

SANTILLANA DEL MAR . Se trata de una joya de gran significado histórico

Favorable acogida a la decisión de devolver la arqueta de Santa Juliana

Carlos Bielva

Ha sido acogida con gran satisfacción por los vecinos de Santillana del Mar, la noticia aparecida en EL DIARIO MONTAÑÉS en la que se recogían las declaraciones del presidente del Gobierno regional Juan Hormaechea, manifestando el deseo de que “pase a Santillana del Mar después de su restauración la arqueta gótica que en su día guardó los restos y reliquias de Santa Juliana de Nicomedia”. Patrona de la villa de Santillana, y a la que debe su nombre. Hormaechea aseguró, que se procederá a la restauración del arca para posteriormente devolvérsela a la Real Colegiata de Santillana del Mar. Don Mateo Escagedo Salmón, ilustre abad de la Real Colegiata de Santillana en su libro publicado en el año 1929 titulado “Santillana del Mar -notas de arte-”, relata que en el centro de la iglesia, cercado con una verja de hierro, está el sepulcro de Santa Juliana con la efigie de la santa toscamente labrada.

En 1432, don Alonso de Cartagena, obispo de Burgos, trasladó el cuerpo de la santa desde el centro de la iglesia a la “capilla mayor” -altar mayor-, traslado que se realizó un 6 de marzo de 1423 de todas las reliquias del sepulcro de Santa Juliana. Las reliquias de Santa Juliana fueron colocadas en esta arqueta y fueron puestas en “lugar alto honorable e decente encima de la pared de aquel altar mayor”, a la vez que el obispo ordenaba que se construyese un sepulcro con una piedra, “fermosa tan luenga e ancha como se suele poner en una sepultura, e en ella esté esculta, e fixa imagen de una santa Virgen, e en derredor de la piedra estén fierros, porque no se pueda entrar alguno a ella”. En la Colección Diplomática, tomo II, año 1928, páginas 368 y siguientes, se refiere el hecho de que la arqueta en la que estuvieron las reliquias trasladadas por el obispo de Burgos Alonso de Cartagena al altar mayor, está hoy en el museo del Marqués de Comillas, “adonde fue hace bastantes años”. El arca que en su día contuvo las reliquias de Santa Juliana fue encontrada en el pueblo de Ubiarco y adquirida por el Marqués de Comillas en un anticuario de Madrid, ignorándose hoy dónde está el cuerpo de la santa y dónde pusieron las reliquias cuando llevaron la arqueta a Ubiarco, cabe la posibilidad de que las reliquias fueran ocultadas durante la guerra, se llevaran a Santa Justa, y estén aún allí”. El hecho evidente y claro es que gracias a la diligencia del nuevo presidente de Cantabria, Santillana del Mar, recuperará una de las joyas que más significado histórico tiene para la abadía de Santa Juliana.

DM/ Domingo, 6 de septiembre de 1987


Las madres clarisas restauran la arqueta sepulcral de la Patrona de la villa

Carlos Bielva

Ya se encuentra en Santillana del Mar la arqueta gótica que, en su día, contuvo en su interior los restos y reliquias de Santa Juliana de Nicomedia, Patrona de la villa de Santillana del Mar y a la que debe su nombre. Días pasados el presidente del Gobierno regional de Cantabria hizo entrega de la arqueta sepulcral de Santa Juliana al alcalde de Santillana del Mar, Javier Rosino, que ha encomendado al taller de restauración de las madres clarisas su restauración y recuperación material ya que su aspecto exterior se encuentra, en parte, deteriorado por culpa de los aparatosos avatares que ha sufrido a lo largo de su rodar por anticuarios. Pretende el Ayuntamiento realizar la devolución de la arqueta en medio de una gran fiesta litúrgica que sea fiel reflejo de la importancia y significado histórico y espiritual que supone la recuperación de tan preciada joya. Mateo Escagedo Salmón, en su libro publicado en el año 1929 titulado “Santillana del Mar, notas de arte”, relata que en el centro de la iglesia, cercado con una verja de hierro, está el sepulcro de Santa Juliana con la efigie de Santa Juliana toscamente labrada en la piedra.

En 1432, don Alonso de Cartagena, obispo de Burgos, trasladó el cuerpo de la santa desde el centro de la iglesia a la “capilla mayor” -altar mayor., traslado realizado un 6 de marzo de 1432 de todas las reliquias del sepulcro de Santa Juliana. Las reliquias, después, fueron colocadas en “una urna gótica” y puesta en “lugar alto honorable e decente encima de la pared de aquel altar mayor”, a la vez que el obispo ordenaba que se construyese un sepulcro con una piedra, “famosa tan luenga e ancha como se suele poner en una sepultura, en ella esté esculta e fixa imagen de una santa Virgen, e en derredor de la piedra estén fierros, porque no se pueda entrar alguno a ella”.

El cuerpo de la santa debía estar reducido a fragmentos, cuando los restos pudieron caber en una arqueta gótica que figuró en el retablo hasta que fue robada. En la Colección Diplomática, tomo II, año 1928, página 368 y siguientes, se refiere el hecho de que la arqueta en la que estuvieron las reliquias trasladadas por el obispo de Burgos Alonso de Cartagena al altar mayor, está hoy en el Museo del marqués de Comillas en un anticuario de Madrid, ignorándose hoy dónde está el cuerpo de la santa y dónde pusieron las reliquias cuando llevaron la arqueta con las reliquias a Ubiarco, cabe la posibilidad de que las reliquias fueran ocultadas durante alguna guerra y se llevaran a Santa Justa, y estén aún allí”.

DM/ Domingo, 8 de noviembre de 1987


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El Convento Regina Coeli de Santillana


Recuerdos que en 2023 cumplen 50 años


Robo en la ermita de Ubiarco


Los Reyes Magos en Santillana del Mar, año 1967