“El zurdo de Bielva, emboqueador sin
rival.
Aquellas matemáticas parábolas del “zurdo”para
encajar el emboque, que como alarde jubilosamente humilde de su dominio
bolístico realizaba en geniales y memorables ocasiones derribando, a respetable
distancia, uno a uno los nueve bolos de la caja, justamente con nueve bolas,
empezando el toque por las cabezas de los últimos bolos y dejando postrero el
primero central del frente para, como remate de la hazaña, terminar con el
emboque. Estos ensayos eran, muchas veces, de fabulosa puntería, que, luego, en
tardes afortunadas del partido, fructificaban en sucesivos emboques sensacionales. De Jesús Cancio y los bolos.”
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